La IA vacía los empleos junior y hunde el modelo de los bootcamps de programación

Los puestos de entrada a la ingeniería de software se están estrechando a gran velocidad. La automatización con IA cubre tareas que antes hacían juniors y el modelo bootcamp, diseñado para ese primer peldaño, pierde tracción.

Durante más de una década, los bootcamps fueron la vía rápida de perfiles no tradicionales hacia su primer empleo tech. Ese carril se ha vaciado: saturación del mercado, cambios en la demanda de las empresas y, ahora, un acelerón de la IA que reconfigura el acceso.

La programación es terreno fértil para la IA porque el código “funciona o no”. Esa verificación binaria y el enorme volumen de ejemplos han disparado la capacidad de los modelos para generar y revisar software, justo en el segmento junior.

El caso de Jonathan Kim resume el giro: pagó ~20.000 dólares por un bootcamp en 2023, envió más de 600 solicitudes y solo seis compañías respondieron; dos pruebas técnicas, cero ofertas. Mientras, sostiene gastos trabajando en una heladería y aporta a proyectos open source para no desconectarse.

Las cifras acompañan el relato. En Codesmith, el 37% de los alumnos del programa parcial 2023 consiguió empleo técnico a seis meses, frente al 83% en 2021 (Consejo de Integridad en los Informes de Resultados). Signalfire estima un desplome del 50% en la contratación de recién graduados respecto a 2019.

Inversores y escuelas hablan de punto de inflexión. Para Allison Baum Gates, la IA fue “el clavo en el ataúd” de un modelo ya debilitado. Las academias intentan adaptarse: Codesmith prepara itinerarios de liderazgo técnico en IA para perfiles de media carrera.

Las empresas, por su parte, reabren el embudo clásico: más fichajes en universidades de élite y menos apuestas por juniors de bootcamp. Michael Novati describe a reclutadores volviendo a MIT o Stanford en busca de señales académicas fuertes.

El desequilibrio se nota también arriba: investigadores de IA senior negocian paquetes astronómicos; las valoraciones se disparan con equipos pequeños (Anysphere ronda los 10.000 millones con ~150 empleados; OpenAI, ~300.000 millones con unos miles), mientras la base de entrada se estrecha.

El impacto social es evidente: se enfría la movilidad que los bootcamps ofrecían a personas sin título universitario. Menos puertas de entrada significa menos diversidad de trayectorias en los equipos de ingeniería.

Qué mirar a corto plazo: si los currículos centrados en IA abren nuevas salidas para quienes ya programan, si los juniors encuentran hueco en roles híbridos (QA asistido por IA, integración, MLOps básico) y si el ciclo 2026 trae reequilibrio entre automatización y demanda real de talento humano.

Fuente: Reuters