Logotipo de Iceebook Iceebook - Noticias de Ciencia, Tecnología, Economía y más

Por qué algunos creen que el smartphone tiene los días contados

Dentro del propio sector tecnológico empieza a crecer la idea de que el teléfono ya no encaja del todo con cómo usamos la tecnología y que su protagonismo podría empezar a diluirse

Autor - Aldo Venuta Rodríguez

4 min lectura

Anillo inteligente negro sobre superficie de madera

Durante años hemos tratado al teléfono como el centro de todo: trabajo, ocio, comunicación, identidad. Pero empieza a surgir una idea incómoda incluso dentro de la propia industria tecnológica: no es que el móvil vaya a desaparecer de golpe, sino que podría dejar de ser el eje alrededor del cual gira nuestra relación con la tecnología. Para algunos inversores y diseñadores de productos, el problema ya no es hacer mejores teléfonos, sino aceptar que su forma de uso está agotándose.

La crítica no apunta tanto al aparato como a la experiencia. Pantallas que exigen atención constante, notificaciones que interrumpen cualquier cosa y una interacción basada en teclear, deslizar y mirar sin parar. Ese modelo funcionó durante años, pero empieza a mostrar fatiga. No porque la gente odie los móviles, sino porque cada vez encajan peor con la forma en que pensamos, trabajamos y nos movemos.

Desde dentro del ecosistema tecnológico se repite una idea: el teléfono es una interfaz torpe para interactuar con sistemas cada vez más complejos. Pedir, corregir, escribir, buscar o confirmar cosas a base de toques y pantallas no resulta tan “inteligente” cuando la tecnología ya puede escuchar, anticipar o responder sin exigir atención constante. La fricción empieza a notarse.

Por eso algunas apuestas recientes no giran en torno a nuevos modelos de smartphone, sino a formas distintas de interacción. Dispositivos más pequeños, menos visibles, a veces casi invisibles, que no compiten por atención sino que aparecen solo cuando hace falta. No prometen reemplazarlo todo de inmediato, pero sí cambiar el centro de gravedad de la experiencia digital.

Publicidad

La idea de fondo es que la tecnología deje de pedirnos tiempo y empiece a acompañarnos. Que no obligue a mirar una pantalla para cada acción mínima. Que funcione más como un apoyo silencioso que como un escaparate constante. En ese planteamiento, el teléfono sigue existiendo, pero ya no ocupa el lugar principal.

Este cambio también tiene que ver con madurez del mercado. El smartphone lleva años creciendo poco, con mejoras cada vez más pequeñas. Las pantallas son mejores, las cámaras más potentes, pero la experiencia general se parece mucho a la de hace una década. Para quienes invierten en tecnología, eso suele ser una señal clara: la siguiente etapa no vendrá de exprimir el mismo formato.

A la vez, aparecen dispositivos y sistemas que exploran otra lógica: interacción por voz, sensores siempre activos, objetos que capturan ideas o acciones sin necesidad de abrir aplicaciones. No buscan reemplazar todo de golpe, sino cubrir momentos concretos donde el móvil resulta incómodo o excesivo. Es un cambio de comportamiento más que de hardware.

Este enfoque también revela una tensión interesante: cuanto más inteligente se vuelve el software, menos sentido tiene obligar al usuario a gestionarlo todo manualmente. Si una herramienta entiende contexto, intención y hábitos, la pantalla deja de ser imprescindible. En ese escenario, el teléfono pasa de ser protagonista a convertirse en respaldo.

Publicidad

Nada de esto significa que el smartphone vaya a desaparecer mañana. Seguirá siendo útil, potente y necesario durante años. Pero sí sugiere que su papel central podría diluirse, igual que ocurrió antes con otros dispositivos que parecían insustituibles. La transición no será brusca ni uniforme, y convivirán varios modelos durante bastante tiempo.

La pregunta de fondo no es qué aparato lo reemplazará, sino qué tipo de relación queremos tener con la tecnología. Menos basada en mirar y tocar, más en delegar y confiar. Si esa idea prospera, el cambio no se notará como una ruptura, sino como algo más sutil: un día simplemente dejaremos de sacar el teléfono para todo, y entonces entenderemos que algo ya había cambiado.

Fuente: Techcrunch

Publicidad

Continúa informándote

Meta compra Manus, la startup de agentes de IA que había encendido Silicon Valley
Tecnología

Meta compra Manus, la startup de agentes de IA que había encendido Silicon Valley

Meta acuerda la compra de Manus, una startup de agentes de IA, en una operación que mezcla ambición tecnológica, presión inversora y dudas sobre utilidad real y control

Los televisores Samsung podrán mostrar Google Photos en pantalla grande a partir de 2026
Tecnología

Los televisores Samsung podrán mostrar Google Photos en pantalla grande a partir de 2026

Samsung permitirá mostrar Google Photos en sus televisores desde 2026, llevando recuerdos a pantalla grande y abriendo debates sobre control y privacidad en casa

Detectan que los ordenadores cuánticos arrastran errores con el paso del tiempo
Tecnología

Detectan que los ordenadores cuánticos arrastran errores con el paso del tiempo

Nuevos estudios detectan que los ordenadores cuánticos pueden arrastrar errores en el tiempo, lo que complica la corrección y plantea límites reales a su fiabilidad

China propone nuevas reglas para la IA “con rasgos humanos” y la interacción emocional con usuarios
Tecnología

China propone nuevas reglas para la IA “con rasgos humanos” y la interacción emocional con usuarios

China propone nuevas reglas para limitar la IA con rasgos humanos y controlar su interacción emocional, buscando reducir dependencia, riesgos psicológicos y usos abusivos

La inversión en IA crece, pero el beneficio real aún no llega a la mayoría de empresas
Tecnología

La inversión en IA crece, pero el beneficio real aún no llega a la mayoría de empresas

La inversión en inteligencia artificial crece, pero muchas empresas aún no logran beneficios claros. La brecha entre promesas, pilotos y resultados reales sigue abierta

Nueva York obligará a mostrar advertencias en redes sociales al entrar en “feeds adictivos” y notificaciones push
Tecnología

Nueva York obligará a mostrar advertencias en redes sociales al entrar en “feeds adictivos” y notificaciones push

Nueva York obligará a mostrar advertencias cuando los usuarios entren en feeds adictivos o reciban notificaciones push, especialmente en el caso de menores