Andes - Qué son, características, formación y ubicación
En este artículo te explicamos qué son los Andes, cómo se formaron, dónde se ubican y cuáles son sus principales características geográficas.
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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

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¿Qué son los Andes?
Los Andes son una extensa cordillera situada en América del Sur que se considera la cadena montañosa continental más larga del planeta. Se extienden de norte a sur a lo largo de más de 7.000 kilómetros, desde Venezuela hasta el extremo sur de Argentina y Chile, formando un eje natural que recorre casi toda la región occidental del continente.
Más allá de su dimensión física, los Andes constituyen una estructura geológica de gran complejidad y relevancia. Esta cordillera no es una formación uniforme, sino un sistema compuesto por múltiples cadenas paralelas, mesetas elevadas, altiplanos y valles interandinos, que presentan una enorme diversidad en términos de altitud, clima, suelos y paisajes.
Desde un enfoque geográfico, los Andes atraviesan siete países: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. En todos ellos, su presencia ha tenido un impacto decisivo en la configuración del territorio, la historia cultural, la biodiversidad y el desarrollo humano.
En el contexto global, los Andes se reconocen como una cordillera activa, tanto por su origen tectónico como por su papel en fenómenos naturales como la actividad sísmica y volcánica. Instituciones científicas y ambientales los consideran un espacio estratégico para la investigación geológica, la conservación de ecosistemas únicos y el estudio de los efectos del cambio climático en regiones de montaña.
Características de los Andes
La cordillera de los Andes es la formación montañosa continental más larga del planeta, con una extensión superior a los 7.200 kilómetros, desde las costas del Caribe en Venezuela hasta la región austral de la Patagonia, en el extremo sur de Chile y Argentina. Su anchura varía entre los 200 y 700 kilómetros dependiendo del tramo, y en muchas zonas supera los 6.000 metros de altitud, convirtiéndola en una de las regiones más elevadas del mundo fuera del Himalaya.
Entre sus cumbres más destacadas se encuentra el Aconcagua, en Argentina, que con 6.960 metros sobre el nivel del mar es la montaña más alta de los Andes y del hemisferio occidental. Otras elevaciones importantes son el Huascarán en Perú (6.768 m), el Sajama en Bolivia (6.542 m) y el Chimborazo en Ecuador (6.263 m), cuya cima, debido a la forma del planeta, es el punto más alejado del centro de la Tierra.
La cordillera se divide en tres grandes secciones: los Andes Septentrionales (Venezuela, Colombia y Ecuador), los Andes Centrales (Perú y Bolivia) y los Andes Meridionales (Chile y Argentina). Estas regiones presentan diferencias en su geología, clima, vegetación, presencia de volcanes y tipos de relieve, lo que da lugar a una gran variedad de paisajes.
A lo largo de su recorrido, los Andes comprenden desde cumbres nevadas y glaciares hasta altiplanos como el de Bolivia, valles interandinos fértiles, desiertos como el de Atacama y zonas volcánicas activas. Su diversidad climática y altitudinal favorece una extraordinaria biodiversidad, con miles de especies de flora y fauna distribuidas en pisos ecológicos claramente diferenciados, muchas de ellas endémicas.
En términos hidrológicos, los Andes actúan como una fuente de agua vital para el continente. De sus cumbres nacen algunos de los ríos más importantes de América del Sur, como el Amazonas, el Magdalena y el Orinoco. Además, contienen glaciares que abastecen de agua dulce a millones de personas.
También destacan por su riqueza geológica, siendo una de las principales regiones mineras del planeta. En ellos se encuentran grandes yacimientos de cobre, litio, plata, oro y estaño, lo que ha convertido a la cordillera en un eje económico clave para varios países. A pesar de sus condiciones extremas, los Andes están habitados por decenas de millones de personas, muchas de ellas pertenecientes a comunidades indígenas que han desarrollado culturas adaptadas a la vida en altura.
¿Cómo se formaron los Andes?

La formación de la cordillera de los Andes es el resultado de un proceso tectónico complejo que ha ocurrido a lo largo de decenas de millones de años. Este proceso se debe principalmente a la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, un fenómeno que comenzó durante la era Mesozoica, hace aproximadamente 200 millones de años, y se intensificó en el Cenozoico, especialmente en los últimos 65 millones de años.
A medida que la placa oceánica de Nazca se hunde bajo el borde del continente sudamericano, la presión acumulada en la litosfera provoca el levantamiento progresivo de la corteza terrestre, dando origen a una extensa cadena de montañas. Este proceso también genera actividad volcánica y sísmica, visible en numerosos puntos a lo largo de la cordillera, como en el altiplano boliviano, el norte de Chile o el sur del Perú, donde los volcanes son parte integral del paisaje andino.
La formación de los Andes no fue uniforme ni simultánea en toda su extensión. Distintas secciones de la cordillera se elevaron en diferentes épocas, y su modelado ha estado influido por múltiples factores geodinámicos como la erosión, el arrastre de sedimentos, la acción glaciar y fluvial, así como los plegamientos y fallas tectónicas que han esculpido su relieve actual.
Actualmente, el proceso de formación continúa a un ritmo lento pero constante, lo que explica la actividad sísmica frecuente en varias regiones andinas. Por esta razón, organismos como el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN) monitorean activamente la región, tanto por su interés científico como por su importancia para la seguridad de las poblaciones que habitan estas zonas.
Comprender cómo se formaron los Andes no solo permite explicar su origen geológico, sino también analizar sus implicaciones en los ecosistemas, en la disponibilidad de recursos naturales, en el clima regional y en los procesos históricos y culturales que se han desarrollado en torno a esta imponente cordillera sudamericana.
¿Dónde se ubican los Andes?
La cordillera de los Andes se encuentra en la región occidental de América del Sur y se extiende a lo largo de más de 7.000 kilómetros, lo que la convierte en la cadena montañosa continental más larga del mundo. Su recorrido comienza en el norte de Venezuela, en las cercanías del mar Caribe, y se prolonga hacia el sur atravesando Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, hasta llegar a los confines de la Patagonia y la Tierra del Fuego.
Esta vasta cordillera forma un eje geográfico continuo que actúa como columna vertebral del continente sudamericano. En muchos tramos, los Andes marcan fronteras naturales entre países, como ocurre con la extensa línea limítrofe entre Chile y Argentina, donde los picos elevados funcionan como divisoria de aguas y barrera topográfica.
En su parte norte, los Andes se conectan con la Sierra Nevada de Santa Marta y el macizo colombiano, para luego ramificarse en sistemas montañosos complejos que atraviesan la zona ecuatorial. En el centro de Sudamérica, especialmente en Perú y Bolivia, la cordillera se ensancha y da lugar a formaciones como el Altiplano andino, una de las mesetas más altas y habitadas del mundo.
A medida que descienden hacia el sur, los Andes se transforman en una cadena montañosa de altitudes elevadas, con volcanes activos, glaciares y lagos de altura. En Chile y Argentina, esta parte de la cordillera está profundamente ligada a la dinámica geológica del Cinturón de Fuego del Pacífico, siendo una zona de frecuente actividad sísmica y volcánica.
Debido a su gran extensión latitudinal, la ubicación de los Andes atraviesa una enorme variedad de climas, biomas y paisajes, desde selvas tropicales y bosques nublados hasta desiertos, estepas frías y glaciares australes. Esta diversidad geográfica convierte a la cordillera en un componente clave para entender la distribución ambiental, cultural y económica de América del Sur.
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