En el año 2002, el visionario empresario Elon Musk fundó Space Exploration Technologies Corp., más conocida como SpaceX, con el objetivo audaz de hacer la vida multiplanetaria una realidad y reducir los costos de viajes espaciales. Este sueño, sin embargo, no sería fácil de alcanzar. Desde sus inicios en un pequeño almacén en El Segundo, California, SpaceX enfrentó una serie de desafíos técnicos y financieros que pondrían a prueba su viabilidad y la determinación de su fundador.
El camino de SpaceX estuvo marcado por los fracasos iniciales de sus cohetes Falcon 1. Entre 2006 y 2008, los primeros tres lanzamientos resultaron en explosiones espectaculares que casi llevan a la empresa a la bancarrota. Estos fracasos, lejos de desalentar a Musk, solo reforzaron su compromiso con la exploración espacial. Fue el cuarto lanzamiento, realizado el 28 de septiembre de 2008, el que finalmente alcanzó la órbita terrestre y salvó a la compañía de una segura disolución.