New Glenn de Blue Origin obtiene contrato clave para misiones espaciales de seguridad nacional
Blue Origin ha sido seleccionada para desempeñar un papel central en los futuros lanzamientos espaciales de seguridad nacional de Estados Unidos, con la adjudicación de un contrato clave para su cohete New Glenn.
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
2 min lectura
El gobierno de Estados Unidos ha confiado a Blue Origin una misión crucial: participar como proveedor de carga pesada en la Fase 3, Línea 2, del programa de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL). Esta decisión posiciona a la compañía como parte esencial del ecosistema estratégico espacial, junto con otras firmas privadas que ya forman parte del programa.
La adjudicación, anunciada el 4 de abril de 2025, incluye la responsabilidad de realizar lanzamientos complejos hacia órbitas de alto estrés, una categoría reservada solo para vehículos con certificación total por parte del Comando de Sistemas Espaciales (SSC). Esto implica que New Glenn deberá garantizar un rendimiento excepcional y fiabilidad absoluta en cada misión.
“Es un honor y una enorme responsabilidad colaborar con el Gobierno de Estados Unidos para lanzar los recursos más importantes de nuestra nación”, declaró Jarrett Jones, vicepresidente sénior de New Glenn. “A través de esta colaboración, esperamos cumplir con diversas prioridades cruciales de seguridad nacional”.
El nuevo contrato permitirá que las cargas útiles lanzadas desde New Glenn refuercen la superioridad tecnológica y estratégica de Estados Unidos en el espacio, un aspecto vital en el contexto actual de competencia global por el dominio del entorno espacial.
Este hito se suma a una serie de avances recientes para la empresa fundada por Jeff Bezos. En junio de 2024, Blue Origin ya había sido seleccionada para competir por misiones en la Línea 1 del mismo programa NSSL. Un mes después, en julio, obtuvo otro contrato bajo el Programa de Servicios Orbitales (OSP)-4, que autoriza a la compañía a participar en tareas que requieren colocar capacidades en órbita en un plazo máximo de dos años.
En cuanto a la preparación operativa, Blue Origin completó con éxito el primer vuelo de certificación NSSL con su misión NG-1 en enero de 2025. La empresa espera realizar el vuelo del NG-2 a finales de la primavera, consolidando así su papel como lanzador confiable para cargas críticas del Departamento de Defensa y la Oficina Nacional de Reconocimiento.
Con esta nueva adjudicación, Blue Origin avanza en su ambicioso objetivo de convertirse en un actor indispensable en los lanzamientos espaciales gubernamentales, diversificando la oferta de proveedores en un sector estratégico que, hasta hace poco, estaba dominado por pocos competidores.
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