Publicado: 12 abr. 2025

Elon Musk pierde más de 100.000 millones en 2025: su apoyo a Trump y las políticas arancelarias hunden su fortuna

Las acciones de Tesla y otras compañías de Musk caen con fuerza tras el regreso de Trump a la Casa Blanca y su giro proteccionista, impactando directamente al magnate.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Retrato de Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX
Elon Musk pierde más de 100.000 millones de dólares en patrimonio en 2025 debido a la caída de Tesla y las políticas comerciales de EE. UU. (Créditos: Iceebook)

Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, ha perdido más de 100.000 millones de dólares en lo que va de 2025, según estimaciones del Bloomberg Billionaires Index. La caída de su patrimonio se debe al desplome de las acciones de sus empresas, especialmente Tesla, que ha sido fuertemente castigada por los mercados tras el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su renovado impulso de políticas proteccionistas.

En pocos meses, las acciones de Tesla han perdido más del 35% de su valor, arrastrando consigo el grueso de la fortuna personal de Musk, altamente concentrada en acciones. La imposición de nuevos aranceles a productos tecnológicos provenientes de Asia ha generado incertidumbre en el sector automotriz y tecnológico, afectando directamente a compañías con redes globales de suministro como Tesla. La industria teme una guerra comercial con China, Alemania y Corea del Sur, lo que ha provocado un retiro masivo de inversores institucionales.

Pero la caída no es solo económica: también es reputacional. Musk ha perdido parte del respaldo del sector financiero tras posicionarse públicamente a favor de Trump y aparecer con una gorra con la frase “Trump Was Right About Everything!”. La fotografía, ampliamente difundida, generó malestar entre altos funcionarios, grupos regulatorios y parte del electorado progresista, que consideraban a Musk una figura independiente. Su alineación con una administración que recorta presupuestos en ciencia y promueve aislamiento comercial ha sorprendido a muchos aliados.

El impacto también se ha extendido a SpaceX, aunque en menor medida. Si bien sus contratos federales aún están en curso, la reducción de presupuestos públicos en ciencia y tecnología anunciada por la Casa Blanca amenaza a medio plazo la financiación de misiones espaciales y satelitales. En un contexto de endurecimiento fiscal, SpaceX podría enfrentar una desaceleración en sus proyectos con la NASA y el Departamento de Defensa.

Paradójicamente, Musk ha sido uno de los principales beneficiarios de políticas derechistas en el pasado, como la desregulación ambiental o los incentivos fiscales a la industria local. Sin embargo, el cierre de fronteras económicas ahora juega en su contra. El coste de producción de vehículos eléctricos se ha disparado y Tesla ha debido posponer el lanzamiento de nuevos modelos en Europa y Asia por la incertidumbre regulatoria.

A pesar de todo, Musk sigue figurando entre los hombres más ricos del mundo, con una fortuna superior a los 130.000 millones de dólares. No obstante, su pérdida marca el inicio de un cambio de era: de innovador imbatible a empresario vulnerable a los vaivenes geopolíticos. Su silencio tras el desplome de su fortuna también llama la atención, en un hombre acostumbrado a dominar la conversación pública.

Mientras tanto, analistas y medios coinciden en que 2025 podría ser el año más difícil para Musk desde la fundación de Tesla. No solo ha perdido riqueza, sino también margen de maniobra, frente a un gobierno que podría recortar incluso sus contratos espaciales. Y aunque sus empresas siguen siendo líderes en sus sectores, su posición ya no es tan inexpugnable como parecía hace solo un año.