02 Feb 2025 - 11:18 UTC
Misteriosas muertes de grandes tiburones blancos desconciertan a los científicos
En este artículo exploramos un fenómeno inquietante: la aparición de varios tiburones blancos muertos en la costa este de América del Norte, algunos con signos de inflamación cerebral. Investigadores de Canadá y EE.UU. analizan estos casos para descubrir si se trata de una amenaza emergente para la especie.
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Una serie de muertes sin explicación
El primer hallazgo ocurrió en agosto de 2023 en la Isla del Príncipe Eduardo, Canadá. Un joven tiburón blanco macho de 2,55 metros de largo y 227 kilos de peso fue encontrado sin señales evidentes de trauma. A medida que se realizaban más necropsias en tiburones varados en la región, los científicos notaron una preocupante tendencia: tres de cinco especímenes analizados presentaban meningoencefalitis, una inflamación del cerebro y las meninges.
Desde julio de 2022, al menos nueve tiburones han sido identificados con esta afección en la costa este de América del Norte. La Dra. Megan Jones, veterinaria de la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo, y la Dra. Alisa Newton, de OCEARCH, han liderado la investigación en un esfuerzo por comprender las causas de estas misteriosas muertes.
¿Qué está matando a los tiburones blancos?
Aunque la meningoencefalitis ha sido documentada en otras especies de tiburones, su origen en estos casos sigue siendo un enigma. Normalmente, la inflamación cerebral en tiburones es causada por infecciones bacterianas o parasitarias, pero en estos especímenes no se ha identificado un patógeno claro.
El Dr. Jones sugiere que la afección podría estar interfiriendo con el comportamiento de los tiburones, haciéndolos incapaces de cazar, nadar correctamente o incluso provocando que encallen en las playas. Sin embargo, existe otra posibilidad: que este fenómeno sea simplemente más visible ahora debido a un aumento en la población de tiburones blancos en la región.
Desafíos en la investigación de tiburones varados
A diferencia de los mamíferos marinos, los tiburones no suelen ser objeto de monitoreo constante, lo que dificulta rastrear patrones de enfermedades. Los investigadores dependen de la recolección de muestras de tejido y de la cooperación de agencias locales para obtener información.
En muchos casos, los tiburones han estado en el agua demasiado tiempo antes de ser recuperados, degradando sus tejidos y dificultando un diagnóstico certero. En el caso más reciente, un tiburón hallado cerca de Halifax en noviembre de 2023, los daños al tejido cerebral impidieron determinar si sufría de meningoencefalitis.
Posibles explicaciones y próximos pasos
La Dra. Newton ha enviado muestras de tejido cerebral a laboratorios especializados para la secuenciación genética, con la esperanza de encontrar rastros de un patógeno desconocido. Mientras tanto, los científicos continúan analizando muestras históricas en busca de evidencia de inflamación cerebral en tiburones varados en años anteriores.
Por otro lado, algunos expertos sugieren que este aumento de tiburones muertos podría ser una señal positiva: un reflejo del crecimiento de la población de tiburones blancos, que ha estado en recuperación tras décadas de sobrepesca.
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