WindRunner, el avión de carga más grande jamás diseñado por una startup tecnológica

Radia planea revolucionar la aviación con el WindRunner, un carguero de 108 metros creado para transportar palas eólicas gigantes y transformar la energía renovable

Fila de aviones WindRunner de Radia en pista de despegue
Prototipos del WindRunner alineados en la pista antes del despegue. Crédito: Radia

Un avión tan largo como un estadio de fútbol y diseñado para un reto concreto, llevar por aire palas de turbinas eólicas imposibles de transportar por tierra. Ese es el WindRunner, el proyecto de la startup estadounidense Radia que busca cambiar la logística mundial de las energías renovables.

Con 108 metros de longitud y 80 de envergadura, el WindRunner aspira a convertirse en el carguero más grande jamás construido. Su capacidad de 72 toneladas y un compartimento de carga de 105 metros lo colocan muy por encima del Boeing 747 y del desaparecido Antonov An-225 Mriya.

Un camión transporta la pala de una turbina eólica de más de 100 metros
Transporte terrestre de una pala eólica de más de 100 metros, uno de los retos que el WindRunner busca resolver. Crédito: Radia

El desafío de mover palas imposibles

Mover una pala de 70 metros ya implica cortes de carreteras, convoyes policiales y desvíos forzados por puentes y túneles que no resisten su tamaño. Una de 104 metros, como las que Radia quiere fabricar, sería directamente imposible de llevar en camión o tren.

Durante dos décadas se intentó resolverlo con palas segmentadas, pero la tasa de fallos siempre fue demasiado alta. Fabricarlas en el sitio tampoco es viable, se necesita una planta industrial con condiciones muy precisas.

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La empresa incluso evaluó dirigibles y helicópteros, pero unos eran demasiado lentos y los otros incapaces de levantar cargas tan pesadas. La conclusión fue clara, había que diseñar un avión nuevo desde cero.

Avión WindRunner de Radia volando sobre un paisaje montañoso
El WindRunner en vuelo de crucero, diseñado para transportar palas eólicas gigantes a cualquier parte del mundo. Crédito: Radia

Un carguero que rompe récords

El WindRunner es tan grande que supera en un 239% la longitud de un Boeing 747 y deja atrás al legendario Antonov An-225 Mriya. Su bahía de carga mide 105 metros de largo y 7,3 de alto, suficiente para tres palas de 80 metros o una de 104.

Puede operar en pistas semipreparadas de solo 1.800 metros gracias a un tren de aterrizaje reforzado y un sistema de carga frontal único. Eso lo convierte en un carguero capaz de llegar a lugares donde ningún otro avión comercial podría aterrizar.

Según Radia, esta flexibilidad abre la puerta a parques eólicos terrestres mucho más baratos que los marinos, porque elimina las barreras logísticas que hasta ahora frenaban su desarrollo.

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Italia y España jugarán un papel clave, Leonardo fabricará el fuselaje y Aernnova se encargará de alas y pilones. En Taranto se ensamblarán partes del avión bajo la supervisión de Giuseppe Giordo, exdirectivo de Alenia.

Avión WindRunner estacionado en un hangar con vista a los motores
Vista del WindRunner en hangar, con detalle de sus motores y dimensiones récord. Crédito: Radia

Un futuro entre promesas y dudas

El impacto potencial es enorme, turbinas más grandes, energía más barata y parques en regiones remotas donde el viento sopla con más fuerza. Bloomberg NEF estima inversiones de hasta 10 billones de dólares en eólica terrestre hasta 2050, y Radia quiere estar en el centro de ese cambio.

Pero los retos son igual de gigantescos. Radia nunca ha construido un avión, aún no ha revelado quién fabricará los motores y expertos recuerdan que certificar un carguero de estas dimensiones es un proceso largo y carísimo.

Algunos analistas creen que el WindRunner será revolucionario, otros lo ven como un sueño demasiado ambicioso. La fecha marcada es 2027 para el primer vuelo y 2029 para la entrega inaugural. Hasta entonces, el proyecto se mueve entre entusiasmo y escepticismo.

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❓ Preguntas frecuentes

Es un avión de carga de 108 metros creado por Radia para transportar palas eólicas gigantes.

Porque las palas de más de 100 metros no pueden transportarse por tierra ni por mar.

Radia prevé un primer vuelo en 2027 y la entrega del primer avión en 2029.

Hará posible turbinas más grandes y rentables, impulsando parques eólicos en zonas remotas.

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