Aumenta la presión sobre los pingüinos africanos: la pesca invade sus zonas de alimentación
Un estudio muestra que, cuando escasean las sardinas y las anchoas, los pingüinos africanos se ven obligados a compartir sus zonas de alimentación con barcos pesqueros, aumentando el riesgo para una especie ya en crisis
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
3 min lectura
Un nuevo estudio liderado por la Universidad de St Andrews revela un problema cada vez más grave para los pingüinos africanos, una especie en peligro crítico de extinción. Durante los años en los que escasean los peces, estos pingüinos tienen muchas más probabilidades de adentrarse en las mismas áreas donde operan los barcos pesqueros comerciales, lo que aumenta la competencia directa por el alimento y agrava una crisis que ya los tiene al borde del colapso.
La investigación, publicada en el Journal of Applied Ecology, introduce una métrica novedosa llamada “intensidad de superposición”, que no solo analiza cuánto espacio comparten pingüinos y barcos, sino también cuántos individuos se ven realmente afectados. Este enfoque permite entender con mayor claridad el riesgo real que enfrenta la especie.
Durante las últimas tres décadas, la población de pingüinos africanos (Spheniscus demersus) se ha desplomado cerca de un 80 %. Una de las causas principales es la competencia con la pesca de sardinas y anchoas, el alimento esencial para estos animales. La pesca local —principalmente con redes de cerco, que rodean bancos enteros de peces— reduce la disponibilidad de presas justo en los momentos del año en los que los pingüinos más las necesitan, especialmente durante la cría de polluelos.
Una superposición que aumenta cuando los peces escasean
El equipo utilizó datos de seguimiento de pingüinos en las islas Robben y Dassen, en Sudáfrica. El resultado fue claro: en años de baja biomasa de peces, la superposición entre pingüinos y barcos pesqueros se disparó.
En 2016, por ejemplo, aproximadamente el 20 % de los pingüinos buscaba alimento en las mismas zonas donde estaban activos los barcos. En años con poblaciones de peces más sanas, esa cifra descendió al 4 %.
La autora principal, la Dra. Jacqueline Glencross, explica que la nueva métrica permite por primera vez cuantificar cuántos pingüinos están realmente expuestos a este riesgo, no solo dónde se produce la coincidencia espacial. “Queríamos una forma de evaluar cuántos individuos se ven afectados, no solo dónde se encuentran las pesquerías”, señaló.
Los investigadores advierten que esta competencia se vuelve especialmente peligrosa durante la temporada de cría, cuando los adultos necesitan regresar rápido con alimento para sus polluelos. Si deben nadar más lejos para encontrar peces, el riesgo de mortalidad aumenta.
Implicaciones para la conservación
El estudio ofrece una herramienta que podría influir de forma directa en la gestión pesquera y en el diseño de áreas marinas protegidas dinámicas, capaces de adaptarse a los cambios en las poblaciones de peces en tiempo real.
El trabajo también llega después de un caso judicial histórico en Sudáfrica, donde se cuestionó la falta de vedas de pesca cerca de las colonias de cría. Este año, tras una negociación entre conservacionistas y la industria pesquera, el gobierno restableció zonas de no pesca más amplias alrededor de la isla Robben, una de las áreas clave analizadas en el estudio.
“La investigación muestra por qué estas vedas son esenciales”, afirmó la Dra. Glencross. “Las zonas que antes no estaban protegidas y tenían una alta superposición eran las más peligrosas para los pingüinos”.
Preguntas frecuentes
Porque la escasez de sardinas y anchoas los obliga a alimentarse en las mismas zonas donde operan los barcos pesqueros, intensificando la competencia por comida.
Permite medir cuántos pingüinos se ven realmente afectados por la coincidencia con la pesca, no solo el espacio compartido entre aves y barcos.
Disminuye sus posibilidades de supervivencia, sobre todo durante la cría, cuando necesitan regresar rápido con alimento para sus polluelos.
Sus resultados pueden guiar la creación de áreas marinas protegidas dinámicas y justificar vedas de pesca cerca de las colonias de pingüinos.
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