Un ecosistema microbiano único en el Mar Rojo muestra cómo la vida transforma su entorno geológico
Investigadores de la Universidad KAUST descubren microbios capaces de reciclar hierro y carbono en los respiraderos de Hatiba Mons, revelando un ecosistema que conecta la vida y la geología
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
3 min lectura
Bajo las aguas del Mar Rojo, a más de mil metros de profundidad, un ecosistema invisible prospera entre respiraderos hidrotermales activos. Allí, científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) han identificado un conjunto de microbios tan diverso como inesperado, capaces de transformar los minerales del entorno en energía vital.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Communications, ofrece el primer análisis genómico detallado de los respiraderos de Hatiba Mons, un complejo descubierto recientemente en el centro del Mar Rojo. Las muestras obtenidas revelan una comunidad microbiana que combina una sorprendente resistencia con una versatilidad metabólica sin precedentes.
“Estos microbios muestran una notable capacidad para reciclar hierro, azufre, nitrógeno y carbono”, explicó la investigadora Sharifah Altalhi, autora principal del estudio. “Al entender cómo funcionan, podemos ver cómo la vida no solo se adapta a su entorno, sino que lo modifica profundamente”.
El equipo liderado por Alexandre Rosado reconstruyó más de 300 genomas microbianos a partir de cinco puntos de ventilación distintos. Los resultados revelaron un ecosistema dominado por bacterias y arqueas previamente desconocidas, que prosperan en temperaturas y concentraciones de sal extremas donde la mayoría de los organismos no sobreviviría.
Los investigadores encontraron que, a diferencia de otros respiraderos dominados por el azufre o el metano, Hatiba Mons está impulsado principalmente por procesos relacionados con el hierro. Esta diferencia convierte al sitio en un laboratorio natural para entender los límites de la vida en la Tierra y los mecanismos químicos que la sustentan.
Además de ampliar el conocimiento sobre los océanos, los científicos destacan que estos microbios podrían explicar cómo se originaron las primeras formas de vida en el planeta y qué papel jugaron los minerales en ese proceso.
Del fondo del Mar Rojo a las futuras aplicaciones biotecnológicas
El estudio sugiere que las reacciones químicas impulsadas por estos microorganismos no solo mantienen ecosistemas extremos, sino que también podrían inspirar soluciones sostenibles en la Tierra. Sus propiedades metabólicas permiten imaginar usos en la recuperación de metales, la producción de biocombustibles y la remediación de suelos contaminados.
Para Rosado, comprender las redes metabólicas de Hatiba Mons es fundamental para conectar biología, geología y tecnología. “Los mismos procesos que vemos aquí podrían aplicarse a la ingeniería ambiental, transformando desechos industriales o mejorando la eficiencia energética”, afirmó.
El entorno del Mar Rojo, con su alta salinidad y temperaturas extremas, ofrece una ventana al pasado de la Tierra. Estudiar cómo prospera la vida allí podría revelar cómo surgió hace miles de millones de años en un planeta mucho más hostil que el actual.
Más allá del interés científico, el descubrimiento en Hatiba Mons demuestra que la frontera entre la vida y la roca no es fija, sino un diálogo constante. En cada respiradero, la biología escribe lentamente sobre la geología, recordando que incluso en las profundidades más inhóspitas, la Tierra sigue viva.
Preguntas frecuentes
Identificaron microbios capaces de reciclar hierro, azufre, nitrógeno y carbono, demostrando cómo la vida puede transformar su entorno geológico.
Porque su actividad se basa principalmente en procesos relacionados con el hierro, y no en el azufre o el metano como en la mayoría de los casos conocidos.
Revela que los minerales pudieron desempeñar un papel clave en la aparición de las primeras formas de vida y en su capacidad de modificar el ambiente.
Sus hallazgos podrían inspirar avances en biotecnología, recuperación de metales, producción de biocombustibles y descontaminación ambiental.
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