Investigadores logran transformar baterías de autos eléctricos en fertilizantes agrícolas sostenibles
El método aprovecha los residuos químicos de las baterías para generar fertilizantes locales y reducir la dependencia de minerales importados
3 min lectura
El rápido crecimiento de los vehículos eléctricos plantea un nuevo desafío ambiental, qué hacer con las baterías que han llegado al final de su vida útil. Reciclarlas es costoso y, en muchos casos, poco rentable. Sin embargo, un grupo de investigadores de Estados Unidos ha encontrado una alternativa ingeniosa, convertir sus componentes en fertilizantes agrícolas.
Según un artículo publicado por el diario El Universo, el equipo liderado por el profesor Deyang Qu, de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, desarrolló un proceso que extrae el litio residual mediante intercambio iónico y reutiliza otros elementos esenciales, como fósforo, potasio y nitrógeno, para nutrir los cultivos.
La propuesta no solo aborda el problema del reciclaje de baterías, sino que también ofrece una fuente doméstica de nutrientes agrícolas. En un contexto de inseguridad alimentaria y escasez de fertilizantes importados, esta innovación podría representar un cambio estructural para el sector agrícola estadounidense.
De residuos industriales a fuente de nutrientes agrícolas
Las baterías de fosfato de hierro y litio, cada vez más comunes en autos eléctricos y autobuses, tienen una vida útil aproximada de diez años. Una vez degradadas, suelen terminar en vertederos o procesos de reciclaje costosos. El método desarrollado por Qu busca aprovechar directamente los compuestos químicos que quedan tras retirar el litio, transformándolos en fertilizantes de alto valor económico.
El equipo ha probado el concepto en colaboración con el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA). Los primeros ensayos demostraron que los nutrientes recuperados pueden aumentar el rendimiento de los cultivos sin generar contaminantes secundarios, lo que refuerza el potencial del proyecto como alternativa sostenible.
Además de reducir el impacto ambiental, el enfoque también podría disminuir la huella energética del sector agrícola. Al evitar la minería y el transporte de minerales desde otros países, se ahorra energía y se fortalecen las cadenas de suministro locales, algo especialmente relevante en un escenario de transición verde.
Estados Unidos importa actualmente la mayoría de los componentes necesarios para fabricar fertilizantes. Transformar baterías viejas en productos agrícolas permitiría diversificar la producción y crear una economía circular entre los sectores automotriz y agroindustrial.
Una solución con doble impacto ambiental y económico
El proyecto busca ahora escalar la producción para realizar pruebas de campo a gran escala. Según el plan de la Universidad de Wisconsin, los investigadores producirán suficiente fertilizante para aplicarlo en un cultivo de tomates de una hectárea, con la meta de evaluar su efectividad y seguridad a largo plazo.
Si los resultados son positivos, el modelo podría replicarse en otros estados o países, convirtiendo un problema ambiental —el desecho masivo de baterías— en una oportunidad para la agricultura sostenible. Además, abriría una nueva vía de reutilización para materiales de alto costo que actualmente terminan desaprovechados.
El estudio demuestra que las soluciones más innovadoras a los desafíos ambientales no siempre pasan por inventar tecnologías nuevas, sino por reimaginar el destino de los recursos existentes. En este caso, los restos de las baterías podrían alimentar el crecimiento de los cultivos que sostienen la seguridad alimentaria global.
Fuente: El Universo
Preguntas frecuentes
El equipo convirtió los restos de baterías de autos eléctricos en fertilizantes ricos en nutrientes, reutilizando elementos como fósforo, potasio y nitrógeno para nutrir los cultivos.
Aborda el desecho de baterías eléctricas al final de su vida útil, ofreciendo una alternativa sostenible que evita la contaminación y reduce los costos del reciclaje tradicional.
Permite producir fertilizantes locales, disminuir la dependencia de importaciones, reducir la huella energética y aprovechar materiales valiosos en una economía circular.
El equipo planea escalar la producción y realizar pruebas de campo en cultivos reales para evaluar la efectividad y seguridad de los fertilizantes a gran escala.
Continúa informándote
Dos grandes experimentos con neutrinos en EE. UU. y Japón se unen para resolver el misterio de la materia y la antimateria
Científicos de EE. UU. y Japón unen sus experimentos de neutrinos para comprender por qué el universo está formado por materia y no por antimateria
La Tierra se está desgarrando bajo el Pacífico Noroeste: descubren una zona de subducción en proceso de ruptura
Geólogos de Luisiana captan por primera vez una zona de subducción fragmentándose bajo el Pacífico Noroeste, revelando cómo mueren las placas tectónicas y se originan nuevas microplacas
Stellerus usará satélites para mapear el viento en 3D y mejorar los pronósticos globales
La startup hongkonesa Stellerus lanzará una constelación de satélites para medir el viento en 3D y mejorar los pronósticos meteorológicos y la gestión del riesgo climático
EE. UU. y China negocian una tregua comercial que incluiría tierras raras y reducción de aranceles
Washington y Pekín avanzan hacia un acuerdo que pausaría los aranceles y aplazaría las restricciones chinas a las tierras raras, mientras Trump y Xi se preparan para un encuentro decisivo en Corea del Sur
Melissa se fortalece a huracán de categoría 4 y amenaza con tocar tierra en Jamaica
El huracán Melissa alcanza la categoría 4 en el Caribe con vientos de 220 km/h y riesgo de inundaciones catastróficas en Jamaica, Cuba y La Española