20 Feb 2025 - 15:33 UTC

Descubren proteína clave que pudo haber impulsado el lenguaje humano

Un equipo de científicos de la Universidad Rockefeller ha realizado un descubrimiento que podría cambiar la comprensión sobre cómo los humanos desarrollaron el lenguaje hablado. A través de la edición genética de ratones, los investigadores identificaron que una variante específica de la proteína NOVA1, exclusiva de los humanos modernos, podría haber jugado un papel fundamental en la evolución de esta capacidad única.

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Aldo Venuta Rodríguez - Editor Iceebook
Imagen microscópica que muestra la proteína NOVA1 en neuronas de un ratón.
Imagen de inmunofluorescencia que muestra la proteína NOVA1 destacada en verde, resaltando su presencia en las neuronas cerebrales de un ratón. Crédito: Universidad Rockefeller.

La investigación se centró en la proteína NOVA1, un elemento clave en el desarrollo cerebral y el control neuromuscular. Para el estudio, los científicos emplearon la técnica de edición genética CRISPR, reemplazando la versión habitual de este gen en ratones por una variante humana conocida como I197V. Los resultados fueron asombrosos: los ratones modificados emitieron vocalizaciones significativamente más complejas que sus homólogos no modificados.

Esta variante de NOVA1 se detectó en todos los humanos modernos analizados, excepto en seis de las 650.000 personas cuyos genomas se estudiaron en bases de datos genéticas. Su presencia casi universal sugiere que esta modificación genética surgió hace aproximadamente 300.000 años, cuando nuestro linaje comenzó a diferenciarse del de los neandertales y denisovanos.

El neurocientífico Robert Darnell, líder del equipo, destacó que la proteína NOVA1 se encuentra activa en todo el cerebro, pero especialmente en el mesencéfalo, área vinculada al control del tracto vocal. Este hallazgo refuerza la teoría de que la variante I197V podría haber sido crucial para que los humanos modernos desarrollaran la capacidad del lenguaje hablado.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la evolución del lenguaje humano, sino que también plantea nuevas preguntas sobre cómo pequeñas modificaciones genéticas pueden influir en comportamientos complejos. Los ratones modificados no solo producían sonidos más complejos, sino que también mostraron un mayor rango tonal y variedad en el timbre de sus vocalizaciones. Estas características son esenciales para un sistema de comunicación avanzado.

Los investigadores también observaron que la proteína NOVA1 humana modificaba la estructura de otros genes vinculados a trastornos del lenguaje. Esto sugiere que su influencia va más allá de la vocalización, afectando áreas críticas del desarrollo motor y cognitivo. De hecho, se informó de un caso clínico en el que un niño con una copia defectuosa de la variante humana de NOVA1 presentaba graves problemas de desarrollo del lenguaje y autismo, lo que subraya su relevancia en la comunicación humana.

Si bien este hallazgo representa un avance significativo, los expertos señalan que la evolución del lenguaje humano probablemente resultó de una combinación de factores genéticos. La variante NOVA1 se suma a otros genes como FOXP2, que también ha sido vinculado a la capacidad del habla. Sin embargo, a diferencia de FOXP2, presente en neandertales, la variante I197V de NOVA1 parece ser única de los humanos modernos.

El neurocientífico cognitivo Gregory Cogan, de la Universidad de Duke, sostiene que cada nuevo hallazgo es una pieza clave en el complejo rompecabezas de la evolución del lenguaje. “Este descubrimiento es particularmente emocionante porque demuestra cómo un solo cambio en una proteína puede influir significativamente en un comportamiento de alto nivel”, afirmó Cogan.

Los resultados del estudio abren nuevas líneas de investigación. Los científicos planean explorar cómo interactúa NOVA1 con otros genes implicados en la comunicación y el lenguaje. Además, analizarán cómo su función puede influir en trastornos neurológicos y del desarrollo del habla en humanos.

“Es posible que la variante NOVA1 haya sido el ingrediente clave que convirtió a los humanos modernos en aprendices vocales avanzados”, sugirió Erich Jarvis, coautor del estudio. “Pero aún queda mucho por entender. El lenguaje humano es un fenómeno extremadamente complejo, y probablemente haya más piezas en este rompecabezas evolutivo”.