El cambio climático agrava la mortalidad y el costo económico del humo por incendios forestales en EE. UU.

El calentamiento global causó 15.000 muertes adicionales por PM2.5 de incendios forestales en EE. UU. entre 2006 y 2020, según un nuevo estudio

Autor - Aldo Venuta Rodríguez

3 min lectura

Columna de humo por incendio forestal cerca de Antelope, condado de Wasco, Oregón
Columna de humo visible a kilómetros por incendio forestal en las afueras de Antelope, Oregón. Crédito: Emily Jane Davis, Universidad Estatal de Oregón.

Un nuevo estudio liderado por la Universidad Estatal de Oregón ha revelado que el cambio climático ha provocado un aumento significativo en la mortalidad asociada a la exposición al humo de incendios forestales en Estados Unidos. Entre 2006 y 2020, se registraron 15.000 muertes adicionales atribuibles a las partículas finas PM2.5 liberadas por incendios agravados por el calentamiento global.

Estas partículas, de apenas 2,5 micrómetros, penetran profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo, generando daños cardiovasculares y respiratorios. El estudio, publicado en la revista Nature Communications Earth & Environment, es el primero en cuantificar el impacto humano directo de este fenómeno ambiental en un periodo prolongado de tiempo.

Helicóptero combatiendo incendio forestal sobre zona de matorrales con densa columna de humo
El fuego se ha convertido en una amenaza casi permanente para muchos ecosistemas, alimentado por el calentamiento global. Crédito: brokolinos en Pixabay.

Los investigadores estimaron que durante los 15 años analizados, las PM2.5 de incendios forestales causaron en total 164.000 muertes, de las cuales 15.000 están directamente vinculadas al cambio climático inducido por el ser humano. Sin este factor, la cifra se habría reducido a 149.000 fallecimientos. Además, el 35% de esas muertes se concentraron en 2020, un año marcado por incendios históricos en el oeste del país.

El análisis también calcula una carga económica asociada de 160.000 millones de dólares, al considerar pérdida de productividad, atención médica y el valor estadístico de una vida. La tasa de mortalidad promedio por PM2.5 fue de 5,14 por cada 100.000 habitantes, el doble de la tasa anual por ciclones tropicales como huracanes.

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Según Bev Law, profesora emérita de silvicultura y autora principal del estudio, las proyecciones apuntan a que, de continuar las tendencias actuales, las muertes por humo podrían aumentar al menos un 50% para mediados de siglo, con un costo económico estimado de 244.000 millones de dólares anuales.

Columna de humo negro y blanco elevándose desde incendio en bosque cercano a un campo abierto
Los incendios forestales intensifican la pérdida de biodiversidad y exponen la fragilidad de los bosques ante la crisis climática. Crédito: Sven Lachmann en Pixabay.

La investigación integró datos públicos sobre incendios, emisiones, salud y clima, y modeló el efecto del calentamiento en la extensión de áreas quemadas y sus consecuencias sanitarias. Las regiones más afectadas son California, Oregón y Washington, donde la acumulación de factores climáticos extremos ha elevado drásticamente la incidencia de grandes incendios.

Los autores destacan que los incendios forestales ya representan casi la mitad de las emisiones de PM2.5 en el país, afectando negativamente los avances en calidad del aire. También advierten que sin transformaciones profundas en política climática, gestión del territorio y urbanización, los riesgos seguirán creciendo.

“La exposición a PM2.5 es una causa conocida de enfermedades cardiovasculares y está asociada con agravamiento de problemas respiratorios”, subrayó Law. Las tendencias actuales de olas de calor, aire más seco y deshielos prematuros ya están aumentando la duración y extensión de los incendios en el oeste de Estados Unidos.

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Además de OSU, en el estudio participaron científicos de la Universidad de California en Merced, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., el Centro de Investigación Climática Woodwell y el Centro Médico Beth Israel Deaconess de Harvard. Juntos, advierten sobre una intensificación inevitable del impacto sanitario si no se toman medidas urgentes.

Referencias: Nature Communications Earth & Environment, Universidad Estatal de Oregón

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