Descubren que el zooplancton antártico almacena 65 millones de toneladas de carbono cada año
Descubren que el zooplancton migratorio en el Océano Austral almacena 65 millones de toneladas de carbono al año, un proceso clave para el equilibrio climático global
4 min lectura
Un equipo internacional de científicos ha cuantificado por primera vez el papel del zooplancton antártico en el secuestro de carbono, revelando que estos pequeños organismos marinos son responsables de almacenar hasta 65 millones de toneladas de carbono cada año en las profundidades del Océano Austral. El hallazgo, publicado en la revista Limnology and Oceanography, redefine la importancia de los migrantes oceánicos en el ciclo global del carbono y subraya la necesidad de incluir estos mecanismos en los modelos climáticos.
Hasta ahora, el almacenamiento de carbono en el Océano Antártico se atribuía principalmente al hundimiento gravitacional de partículas orgánicas, como detritos y excrementos de kril. Sin embargo, el nuevo estudio destaca un proceso alternativo: la llamada bomba migratoria estacional, en la que millones de copépodos, kril y salpas migran verticalmente cada otoño para hibernar a más de 500 metros de profundidad, liberando carbono mediante su respiración y mortalidad en esas capas profundas.
El papel invisible de los pequeños migrantes en el ciclo del carbono
El trabajo, liderado por Guang Yang y Angus Atkinson, se basa en una base de datos que reúne un siglo de observaciones sobre biomasa, distribución y tasas metabólicas de zooplancton en el Océano Austral. Los resultados muestran que el mesozooplancton, compuesto principalmente por pequeños copépodos, es responsable del 80% del carbono secuestrado mediante migración, mientras que el kril y las salpas aportan el 14% y 6%, respectivamente.
Durante la migración estacional, estos animales consumen fitoplancton en la superficie durante el verano y, cuando llega el invierno antártico, descienden a zonas profundas donde respiran y, eventualmente, mueren. De este modo, inyectan el carbono de sus cuerpos directamente en las capas oceánicas donde puede quedar almacenado durante siglos, contribuyendo a mitigar el aumento de CO2 atmosférico.
Implicaciones para el cambio climático y la gestión oceánica
El hallazgo es relevante porque hasta ahora los modelos climáticos globales no incluían la contribución activa del zooplancton migratorio. Según los autores, el proceso identificado equivale al 56% del flujo de carbono orgánico particulado medido a 500 metros y hasta el 103% del flujo a 1000 metros, lo que multiplica por dos la capacidad de secuestro reconocida en la región.
Además, a diferencia de los detritos que se hunden, la bomba migratoria estacional permite reciclar nutrientes esenciales cerca de la superficie, optimizando el equilibrio entre carbono y elementos como el hierro, crucial para la productividad marina. Este proceso podría cobrar mayor importancia a medida que el calentamiento global altera la distribución de especies como el kril, el cual podría reducirse mientras aumentan los copépodos.
Una urgencia para los modelos y políticas ambientales
Para los investigadores, incorporar estos flujos de carbono impulsados por el zooplancton es esencial para mejorar la precisión de los modelos del sistema terrestre y anticipar los efectos del cambio climático. También subrayan la importancia de proteger los hábitats del Océano Austral, donde la pesca industrial y el calentamiento amenazan a especies clave para el secuestro natural de carbono.
“El zooplancton es un héroe anónimo del secuestro de carbono”, explica Guang Yang, primer autor del estudio. “Sus migraciones estacionales generan un flujo de carbono masivo, previamente no cuantificado, que ahora los modelos deben incorporar”.
La investigación es fruto de una colaboración entre instituciones de China, Reino Unido y Canadá, y se apoya en datos recolectados durante cien años por distintas expediciones científicas.
Desafíos y futuras líneas de investigación
A pesar de la magnitud del hallazgo, persisten incertidumbres relacionadas con las tasas reales de migración, respiración y mortalidad del zooplancton, así como con los efectos del cambio climático sobre estas especies. Los autores piden nuevos estudios y monitoreo a gran escala para afinar las estimaciones y comprender cómo los cambios en la distribución y abundancia de los distintos grupos funcionales alterarán la bomba migratoria en el futuro.
La investigación también destaca el valor de los datos históricos y la cooperación internacional en el avance del conocimiento sobre los mecanismos naturales que regulan el clima global.
Fuente: ASLO
Preguntas frecuentes
El zooplancton transporta carbono a profundidad mediante migraciones estacionales, ayudando a mitigar el CO2 atmosférico.
El mesozooplancton aporta el 80% del secuestro, seguido por el kril y las salpas.
Revela que el secuestro de carbono oceánico es mayor de lo estimado, lo que impacta en los modelos climáticos.
Se requieren más datos sobre migración, respiración y mortalidad, y monitorear los efectos del cambio climático.
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