Un estudio reciente dirigido por la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT) y utilizando datos del rover Perseverance de la NASA ha revelado evidencia convincente sobre eventos de formación de minerales justo debajo de la superficie marciana, acercando a los científicos a una de las preguntas más profundas de la ciencia: ¿existió alguna vez vida en Marte?
El equipo de investigación, encabezado por el Dr. Michael Jones de la Instalación Central de Investigación Analítica y la Escuela de Química y Física de QUT, en colaboración con científicos de América del Norte y Europa, ha publicado sus hallazgos en la reconocida revista Science Advances. Estos descubrimientos brindan nuevas perspectivas sobre cómo el agua pudo haberse movido a través de Marte y cómo la formación de minerales en el planeta está vinculada a su potencial habitabilidad.
Según el Dr. Jones, los minerales de sulfato, que existen en varias regiones de Marte, permiten entender cómo se movía el agua en el planeta. "Estos minerales son cruciales para comprender la historia acuática de Marte, lo cual es clave para explorar su capacidad para albergar vida en el pasado", explicó el investigador.
Lo más innovador de este estudio es que el equipo encontró una manera de medir directamente la estructura cristalina interna de estos minerales en la superficie de Marte, un desafío que antes se consideraba imposible. Para ello, adaptaron un método analítico llamado Mapeo de Difracción de Retrodispersión de Rayos X (XBDM), desarrollado por el Dr. Jones y el Profesor Christoph Schrank, al instrumento PIXL del rover Perseverance, creado por la ex alumna de QUT, Abigail Allwood.
Este avance tecnológico permitió a los investigadores determinar la orientación de las estructuras cristalinas en los minerales de sulfato, proporcionando una "huella digital" de cómo y cuándo se formaron, lo que revela importantes detalles sobre el entorno de Marte en ese momento.
Se descubrieron dos generaciones separadas de minerales de sulfato de calcio en Hogwallow Flats y Yori Pass, ubicados en la formación Shenandoah dentro del abanico sedimentario del cráter Jezero. Una de estas formaciones se encuentra justo debajo de la superficie, mientras que la otra se formó a profundidades de al menos 80 metros. Este hallazgo sugiere que Marte ha tenido una diversidad de ambientes que podrían haber favorecido la existencia de vida microbiana en el pasado.
"Este descubrimiento subraya la diversidad de ambientes en la historia de la formación Shenandoah, lo que sugiere múltiples ventanas en las que la vida pudo haber sido posible en Marte", afirmó el Dr. Jones.
Desde su aterrizaje en el cráter Jezero en febrero de 2021, el rover Perseverance ha estado explorando una gran variedad de tipos de rocas marcianas, desde flujos de lava antiguos hasta capas sedimentarias que fueron formadas por un antiguo lago y un delta de río que existieron hace miles de millones de años. El principal objetivo de la misión es identificar entornos que podrían haber albergado vida microbiana y recolectar muestras que en el futuro podrían ser traídas a la Tierra para su análisis.
El Profesor Asociado David Flannery, planificador de la misión Perseverance de la NASA, destacó que la Universidad Tecnológica de Queensland está a la vanguardia de la ciencia planetaria, contribuyendo al avance de la investigación espacial de Australia.
Referencias: Science Advances