Un equipo internacional de astrónomos liderado por la Universidad de Birmingham ha descubierto un exoplaneta que orbita de forma perpendicular a un sistema binario compuesto por dos enanas marrones. Esta extraña configuración, conocida como órbita polar, representa la primera evidencia sólida de un planeta que gira en ángulo recto respecto al plano orbital de sus estrellas anfitrionas.
El planeta, denominado 2M1510 (AB) b, fue detectado gracias a observaciones del Very Large Telescope (VLT) en el Observatorio Paranal, en Chile. El sistema estelar está compuesto por dos enanas marrones jóvenes que se eclipsan mutuamente, una rara clase de binario eclipsante. Las anomalías en la trayectoria orbital de estas enanas llevaron a los científicos a inferir la presencia de este exoplaneta con órbita inusual.
“Revisamos todos los escenarios posibles y solo uno encajaba con los datos: un planeta en órbita polar alrededor del sistema”, explicó Thomas Baycroft, doctorando en Birmingham y autor principal del estudio publicado en Science Advances. Aunque ya existían teorías sobre planetas con órbitas perpendiculares, hasta ahora no se había confirmado ningún caso.
El descubrimiento fue inesperado. El equipo refinaba los parámetros orbitales del sistema 2M1510 con el espectrógrafo UVES del VLT cuando notó perturbaciones sutiles entre las dos estrellas. Esto evidenció la influencia gravitacional de un tercer cuerpo: un planeta que, lejos de seguir la misma trayectoria, se desplazaba en un plano completamente diferente.
El sistema 2M1510 fue detectado por primera vez en 2018 como parte del proyecto SPECULOOS, orientado a encontrar planetas habitables alrededor de estrellas ultrafrías. El profesor Amaury Triaud, también coautor del nuevo estudio, comentó: “Ver un planeta en órbita polar en un sistema binario de enanas marrones es extraordinario. Es un hallazgo que rompe esquemas”.
El análisis fue posible gracias a un método desarrollado por la Dra. Lalitha Sairam en Birmingham (hoy en Cambridge), que aumentó la precisión de las mediciones orbitales en un factor de 30. “Gracias a esta mejora, pudimos detectar cómo el planeta afecta levemente la órbita de las enanas marrones”, explicó Sairam.
Aunque el descubrimiento fue fortuito, abre la puerta a una nueva comprensión sobre cómo se forman y evolucionan los planetas en sistemas complejos. Revela además que las danzas orbitales en el universo son mucho más variadas de lo que hasta ahora se creía.
Referencias: Science Advances