08 Mar 2025 - 21:39 UTC
Crisis climática en los estuarios: las olas de calor marinas aumentarán drásticamente
Un estudio reciente ha revelado que los estuarios de la costa este de Estados Unidos podrían sufrir olas de calor marinas hasta un tercio del año para finales de siglo. Esta situación pondría en riesgo la biodiversidad marina y las economías locales que dependen de estos ecosistemas.
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Investigadores de la Escuela Batten de William & Mary y el Instituto de Ciencias Marinas de Virginia (VIMS) analizaron datos de 20 estuarios estadounidenses durante las últimas dos décadas. Los resultados, publicados en Nature Scientific Reports, evidencian un aumento alarmante en la frecuencia de olas de calor marinas en la costa este.
Según el estudio, la bahía de Chesapeake, uno de los estuarios más importantes de la región, ya experimenta olas de calor marinas aproximadamente el 6 % del año (22 días). Sin embargo, para el año 2100, esta cifra podría superar los 100 días anuales, generando un impacto crítico en los ecosistemas y las pesquerías.
Las olas de calor marinas pueden alterar drásticamente la biodiversidad de los estuarios, afectando el crecimiento y la supervivencia de especies marinas clave. Los peces y crustáceos que dependen de estos hábitats pueden sufrir estrés térmico, reduciendo su capacidad de reproducción y aumentando las tasas de mortalidad.
Esto afectaría no solo a la vida marina, sino también a las comunidades costeras cuya economía gira en torno a la pesca y el turismo. "Nuestro estudio debería servir como advertencia para los responsables de políticas ambientales. Los estuarios son esenciales para el equilibrio marino y la economía local", explicó Piero Mazzini, profesor adjunto del VIMS y coautor del estudio.
A diferencia de la costa este, los estuarios de la costa oeste no han mostrado tendencias significativas de calentamiento. Los investigadores atribuyen esto a la afloración oceánica impulsada por el viento en el Pacífico, que trae aguas profundas y frías a la superficie, amortiguando los efectos del calentamiento.
Sin embargo, advierten que esto no garantiza inmunidad total, ya que patrones climáticos como El Niño y la Oscilación Decenal del Pacífico pueden intensificar las olas de calor marinas en estas regiones, alterando su estabilidad ecológica.
El estudio también reveló que los estuarios están más interconectados de lo que se pensaba. Factores climáticos globales, como el cambio en las temperaturas atmosféricas y Corrientes oceánicas, influyen en su comportamiento térmico.
"Este es el primer estudio que analiza la influencia de la variabilidad climática en las olas de calor marinas en estuarios de todo el país. Es crucial seguir monitoreando estos ecosistemas y comprender mejor su conexión con los procesos del océano abierto", destacó Ricardo Nardi, autor principal del estudio y candidato a maestría en la Escuela Batten.
Las repercusiones de estos hallazgos no solo afectan a la biodiversidad, sino también a la planificación y gestión ambiental. Si los estuarios se calientan más de lo previsto, las estrategias de conservación actuales podrían resultar insuficientes.
Los expertos sugieren que se deben desarrollar políticas de mitigación climática específicas para estos ecosistemas, incluyendo la restauración de manglares y la protección de zonas costeras que amortigüen el impacto del calentamiento.
"Necesitamos cuantificar cuidadosamente todos los factores que influyen en el calor dentro de estos sistemas, incluidas las conexiones entre los estuarios, sus afluentes y las condiciones oceánicas costeras", concluyó Nardi.
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