¿Cuánto tiempo podría sobrevivir una persona expuesta a temperaturas extremas de frío?
El cuerpo humano está diseñado para funcionar a una temperatura estable de alrededor de 37°C, pero cuando se expone a temperaturas extremas de frío, su capacidad de supervivencia se ve drásticamente reducida. La hipotermia, el congelamiento de tejidos y la falta de oxígeno pueden convertirse en amenazas fatales en cuestión de minutos u horas, dependiendo de las condiciones del entorno y la protección disponible.
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
2 min lectura
La rapidez con la que una persona puede sucumbir al frío depende de varios factores clave, como la temperatura ambiente, la velocidad del viento, la humedad, la ropa que lleva puesta y la cantidad de grasa corporal. A temperaturas de -40°C con vientos fuertes, el cuerpo puede comenzar a fallar en menos de 10 minutos.
Incluso en temperaturas aparentemente menos extremas, como -10°C o -20°C, la exposición prolongada sin la ropa adecuada puede ser peligrosa. El viento acelera la pérdida de calor corporal, lo que puede hacer que el frío se sienta mucho más intenso de lo que realmente es. Este efecto se conoce como sensación térmica y puede hacer que el cuerpo entre en crisis mucho más rápido de lo esperado.
La hipotermia ocurre cuando la temperatura central del cuerpo cae por debajo de los 35°C. Al principio, el cuerpo intenta compensarlo con temblores incontrolables y una mayor frecuencia cardíaca, pero a medida que la temperatura sigue bajando, los órganos comienzan a ralentizarse y la persona puede perder el conocimiento. Si la temperatura baja de los 28°C, el riesgo de muerte se vuelve extremadamente alto.
Los primeros síntomas de la hipotermia incluyen piel pálida, confusión, dificultad para hablar y rigidez muscular. A medida que la temperatura baja, la persona puede experimentar una sensación de fatiga extrema y somnolencia, lo que puede llevar a la pérdida de la conciencia y la muerte si no recibe atención inmediata.
El congelamiento de tejidos es otro riesgo grave de la exposición al frío. Las extremidades como los dedos, la nariz y las orejas son las primeras en verse afectadas. A temperaturas de -20°C o inferiores, la piel expuesta puede comenzar a congelarse en menos de 30 minutos, causando daño permanente si no se trata rápidamente.
Las personas que se encuentran en ambientes de frío extremo deben usar varias capas de ropa térmica, proteger sus extremidades y evitar la humedad. En situaciones de emergencia, mantenerse en movimiento y buscar refugio puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
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