Publicado: 16 feb. 2025

El Hubble captura un impresionante paisaje de nubes cósmicas cerca de la Nebulosa de la Tarántula

El telescopio espacial Hubble ha capturado una impresionante imagen que revela un paisaje de nubes cósmicas cerca de la Nebulosa de la Tarántula. Esta región, ubicada en la Gran Nube de Magallanes a unos 160.000 años luz de distancia, es una de las zonas más productivas en cuanto a formación estelar del universo cercano.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Imagen capturada por el telescopio Hubble mostrando las nubes cósmicas de gas y polvo cerca de la Nebulosa de la Tarántula en la Gran Nube de Magallanes.
Créditos: ESA/Hubble y NASA, C. Murray

La imagen tomada por el Hubble muestra una parte de la Nebulosa de la Tarántula, un vasto complejo de gas y polvo. Las capas de nubes se presentan en diversos tonos, desde un rojo oscuro y denso que oscurece la luz, hasta una capa intermedia que forma nubes pálidas con volutas que parecen enroscarse. Estas nubes se extienden por el centro de la imagen, creando un arco llamativo. En medio de este paisaje, se pueden observar muchas pequeñas estrellas brillantes, que varían en color según su profundidad, reflejando tonos de azul, violeta y rojo.

La Nebulosa de la Tarántula es parte de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina de la Vía Láctea. Este objeto celeste es conocido por ser la región de formación estelar más activa del universo cercano, donde se encuentran algunas de las estrellas más grandes y masivas que conocemos. El Hubble ha proporcionado una vista detallada de estas nubes de gas y polvo, que son esenciales para la formación de nuevas estrellas en esta región del espacio.

Las nubes de gas y polvo en la nebulosa tienen un papel fundamental en la creación de nuevas estrellas. Aunque el polvo cósmico es diminuto, mucho más pequeño que el grosor de un cabello humano, juega un papel crucial en el proceso de enfriamiento de las nubes de gas. Este enfriamiento permite que las nubes se condensen y den lugar a la formación de nuevas estrellas. Además, el polvo cósmico actúa como un catalizador en la creación de nuevas moléculas en el espacio interestelar, proporcionando un lugar para que los átomos se encuentren y se unan.

El polvo cósmico es diferente del polvo que encontramos en nuestros hogares. Este tipo de polvo está compuesto principalmente por moléculas de carbono o silicatos, que contienen silicio y oxígeno. Estos granos de polvo, aunque pequeños, son cruciales para los procesos de formación estelar. Al estar presentes en los discos de gas que rodean a las estrellas jóvenes, estos granos se agrupan y eventualmente se convierten en planetas. En la Nebulosa de la Tarántula, el polvo desempeña un papel clave en la evolución de la región, ayudando en la formación de nuevas generaciones de estrellas y sistemas planetarios.

Además de su función en la formación de estrellas, el polvo cósmico también tiene un impacto significativo en el estudio de las galaxias cercanas. Los datos obtenidos por el Hubble forman parte de un programa de observación que busca comprender mejor las propiedades del polvo en la Gran Nube de Magallanes y otras galaxias cercanas. Este tipo de investigación ayuda a los astrónomos a obtener una visión más detallada de cómo los granos de polvo afectan la evolución de las galaxias y las estrellas dentro de ellas.