Estudio confirma que alejar el teléfono no basta para eliminar la distracción en el trabajo
Un experimento realizado en Londres muestra que alejar el teléfono inteligente del escritorio reduce su uso, pero no elimina las distracciones, que simplemente se trasladan a otros dispositivos como el ordenador.
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
4 min lectura
Un estudio reciente liderado por el Dr. Maxi Heitmayer, investigador en la London School of Economics y el London College of Fashion, cuestiona la efectividad de las estrategias que buscan reducir el uso del teléfono inteligente en entornos laborales simplemente alejándolo del usuario. Los resultados indican que, aunque el acceso limitado al dispositivo disminuye su uso, la atención se redirige hacia otras formas de distracción, manteniéndose constantes tanto el tiempo de trabajo como el dedicado al ocio.
La investigación fue publicada en Frontiers in Computer Science y se basó en la participación de 22 voluntarios que trabajaron durante dos días en condiciones controladas. Cada sesión duró cinco horas en una sala insonorizada, donde los participantes utilizaron sus dispositivos personales sin restricciones ni supervisión externa. En un día, el teléfono se encontraba sobre el escritorio. En el otro, estaba a 1,5 metros de distancia, fuera del alcance inmediato.
El experimento demostró que los participantes interactuaron con sus teléfonos casi tres veces más cuando estos estaban al alcance, con una media de 18,5 interacciones frente a 6,5 en la condición inaccesible. El tiempo de uso también se redujo a la mitad, pasando de 29 a 15 minutos. Sin embargo, la cantidad de tiempo dedicada al trabajo no varió significativamente entre ambas condiciones, situándose en torno a las tres horas y media.
Curiosamente, en ausencia del teléfono, los participantes trasladaron sus actividades de ocio al ordenador portátil, aumentando así el tiempo de uso recreativo en ese dispositivo. Por ejemplo, mientras que en la condición con el teléfono cercano el ordenador se usó unos 27 minutos para ocio, esta cifra se duplicó cuando el teléfono fue colocado a distancia, alcanzando una media de una hora y seis minutos.
Según el Dr. Heitmayer, “el problema no es el dispositivo en sí, sino los hábitos adquiridos en torno a él”. Las aplicaciones y servicios alojados en los teléfonos están diseñados para captar nuestra atención, y aunque retirar el dispositivo de la vista reduce su uso directo, no altera los patrones de distracción ni mejora la concentración general.
El estudio también evaluó el impacto de las notificaciones disruptivas. En promedio, los participantes recibieron solo 1,86 alertas por sesión, lo que sugiere que el uso compulsivo del teléfono no está necesariamente ligado a interrupciones externas, sino a decisiones internas y hábitos de comportamiento. De hecho, aquellos que recibieron notificaciones en la condición inaccesible fueron más propensos a levantarse para revisar el dispositivo, pero esto no afectó de forma significativa la cantidad total de tiempo que pasaron trabajando.
Otro hallazgo relevante es que las autoevaluaciones de los participantes no siempre coincidían con sus patrones reales de uso. Subestimaron el tiempo que utilizaron el teléfono cuando este estaba al alcance, aunque lo estimaron correctamente cuando estuvo fuera de su vista. Esto sugiere que nuestra percepción sobre el uso del dispositivo puede ser menos precisa de lo que creemos, especialmente cuando está integrado en nuestras rutinas.
Desde una perspectiva más amplia, estos resultados ponen en duda políticas laborales que prohíben el uso del teléfono con la intención de mejorar la productividad. Si bien estas medidas pueden reducir las interacciones con el dispositivo, no abordan la raíz del problema: la falta de autorregulación y la facilidad para cambiar entre tareas laborales y recreativas, incluso dentro de un mismo dispositivo.
El estudio plantea que el desafío real radica en la fragmentación del tiempo y la atención. Los trabajadores combinan constantemente actividades laborales con momentos de ocio digital, lo que genera un flujo de trabajo discontinuo. Aun sin el teléfono, la fragmentación persiste, trasladándose al ordenador o a otros dispositivos.
Los autores sugieren que futuras investigaciones exploren herramientas de autorregulación digital, como aplicaciones que aumentan la fricción antes de acceder a contenido distractor, o normas sociales que ayuden a redefinir las expectativas de disponibilidad constante. También proponen replicar este tipo de estudios en entornos reales de trabajo, más allá del laboratorio, para validar la aplicabilidad de los resultados.
Preguntas frecuentes
No. Aunque se redujo el uso del teléfono, la productividad no aumentó ni disminuyó. Las personas simplemente trasladaron su atención a otros dispositivos como el ordenador.
No. El estudio halló que la mayoría de las interacciones con el teléfono no fueron provocadas por notificaciones, sino por hábito, lo que indica una distracción interna más que externa.
Promover la autorregulación, crear entornos que reduzcan la fricción para el enfoque, y diseñar estrategias conscientes de gestión del tiempo, más allá de simplemente alejar el teléfono.
El estudio fue realizado en Londres por el Dr. Maxi Heitmayer, investigador de la London School of Economics y la Universidad de las Artes de Londres, con 22 participantes adultos jóvenes.
Continúa informándote
WhatsApp integrará chats con apps externas en Europa para cumplir la ley de la UE
WhatsApp permitirá chatear con apps externas en Europa desde el 14 de noviembre de 2025 para cumplir la Ley de Mercados Digitales. BirdyChat y Haiket serán las primeras en integrarse
Elon Musk desmiente el informe sobre una recaudación de 15.000 millones de dólares por parte de xAI
Elon Musk negó que su empresa de inteligencia artificial xAI haya recaudado 15.000 millones de dólares, tras un informe de CNBC que valoraba la compañía en 200.000 millones
Google potencia NotebookLM con la función “Investigación Profunda” y soporte para nuevos formatos de archivo
Google amplía las capacidades de NotebookLM con la función “Investigación Profunda”, que automatiza búsquedas complejas y añade compatibilidad con documentos de Drive, Word y hojas de cálculo
Google apuesta por la energía limpia con un acuerdo solar de 15 años con TotalEnergies
Google firmó un acuerdo con TotalEnergies para recibir 1,5 TWh de energía solar en 15 años y alimentar sus centros de datos en Estados Unidos con electricidad 100% renovable
Un breve entrenamiento mejora la capacidad humana para distinguir rostros reales de los generados por IA
Investigadores del Reino Unido demostraron que un entrenamiento de solo cinco minutos puede mejorar la capacidad humana para reconocer rostros falsos creados por inteligencia artificial
Anthropic anuncia una alianza de 50 mil millones con Fluidstack para construir centros de datos en EE. UU.
Anthropic invertirá 50 mil millones de dólares junto a Fluidstack para crear centros de datos en Texas y Nueva York, impulsando el desarrollo de su inteligencia artificial Claude