La Agencia Espacial Europea (ESA) ha publicado los primeros datos del telescopio Euclid, diseñado específicamente para cartografiar el universo oscuro. Estas observaciones iniciales incluyen la detección y clasificación detallada de más de 380.000 galaxias, lo que representa solo un 0,4% del total esperado durante los seis años de la misión. Con el paso del tiempo, Euclid proporcionará un catálogo sin precedentes de 1.500 millones de galaxias.
Euclid, que fue lanzado en julio de 2023 y comenzó a recopilar datos en febrero de 2024, tiene una misión ambiciosa: cartografiar la distribución de la materia y energía oscuras en el universo. Estos dos componentes, que constituyen aproximadamente el 95% del cosmos, no pueden ser observados directamente, pero su presencia se infiere a través de los efectos gravitacionales que ejercen sobre la luz y la materia visible.
El 19 de marzo, la ESA hizo públicos los primeros datos obtenidos de tres regiones de observación profunda, áreas del cielo que serán examinadas repetidamente durante la misión. En esta primera serie de imágenes, Euclid captó galaxias situadas hasta a 10.500 millones de años luz de distancia, lo que permite a los astrónomos observar el universo en sus primeras etapas de formación.
El telescopio utiliza tecnología de vanguardia para analizar la forma, el tamaño y la distribución de las galaxias con una resolución nunca antes alcanzada. Sus instrumentos miden las distorsiones sutiles causadas por la materia oscura en la luz proveniente de galaxias distantes, un fenómeno conocido como lente gravitacional. Estos datos ayudarán a los científicos a reconstruir el "esqueleto" del cosmos y comprender cómo la materia oscura ha influido en la evolución del universo.

Durante los próximos años, Euclid observará cada uno de estos campos profundos entre 30 y 52 veces, mejorando continuamente la resolución de las imágenes y el número de objetos detectados. "Piensen en los descubrimientos que nos aguardan", señaló Valeria Pettorino, científica del proyecto Euclid en la ESA. Con cada nueva observación, los astrónomos obtendrán una imagen más clara de la red cósmica que conecta galaxias y cúmulos galácticos.
El volumen de datos generados por Euclid es asombroso: cada día, el telescopio envía a la Tierra aproximadamente 100 gigabytes de información. Para procesar esta avalancha de datos, los científicos han recurrido a la inteligencia artificial. Gracias a la colaboración de casi 10.000 voluntarios del proyecto Galaxy Zoo, el algoritmo "ZooBot" ha sido entrenado para reconocer las características de las galaxias, como la presencia de brazos espirales o estructuras elípticas.
"Estamos observando las galaxias desde dentro hacia fuera, desde cómo sus estructuras internas rigen su evolución hasta cómo el entorno externo moldea su transformación a lo largo del tiempo", explicó Clotilde Laigle, científica del Consorcio Euclid en el Instituto de Astrofísica de París. La información obtenida por Euclid será clave no solo para entender la energía oscura, sino también para estudiar la formación y evolución de las galaxias en el universo primitivo.
A medida que la misión avance, los astrónomos esperan que Euclid proporcione respuestas a algunas de las preguntas más fundamentales de la cosmología. Su capacidad para escanear grandes volúmenes del cielo con un nivel de detalle sin precedentes promete revolucionar nuestra comprensión del cosmos, desafiando modelos actuales y abriendo nuevas líneas de investigación.