Publicado: 6 abr. 2025

Glaciares artificiales mejoran el acceso al agua en el norte de Pakistán

En el norte de Pakistán, agricultores de la región de Gilgit-Baltistán han encontrado una solución ingeniosa para enfrentar la escasez de agua: construir glaciares artificiales que liberan agua durante la primavera.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Torres de hielo en forma de estupas budistas construidas como glaciares artificiales en Pakistán bajo el sol invernal
Glaciares artificiales en forma de estupas budistas en Gilgit-Baltistán, utilizados para almacenar agua durante el invierno

En los valles montañosos de Gilgit-Baltistán, donde el cambio climático ha reducido las nevadas invernales, los habitantes están construyendo torres de hielo para asegurar el riego de sus cultivos. Inspirados en videos educativos en línea, los aldeanos aplican una técnica desarrollada en India que les permite crear “estupas de hielo” con agua pulverizada que se congela al aire libre durante las noches gélidas.

Estas estructuras, que recuerdan a las estupas budistas, actúan como depósitos temporales. Se derriten de forma gradual cuando aumentan las temperaturas, liberando agua justo en la época de siembra. El método ha transformado las posibilidades agrícolas de esta región, donde la escasez de recursos hídricos se había vuelto un problema crítico.

El profesor Zakir Hussain Zakir, de la Universidad de Baltistán, explica que el sistema depende de canalizar agua desde los arroyos hacia las aldeas y luego rociarla en el aire para que se congele. Este proceso ocurre durante el invierno, cuando las temperaturas bajan de cero grados. El resultado son conos de hielo que pueden almacenar millones de litros.

De acuerdo con Rashid-ud-Din, coordinador local del proyecto GLOF-2 —un programa conjunto entre la ONU y Pakistán para mitigar el impacto del cambio climático—, más de 20 aldeas construyen estas estructuras cada año. Se estima que alrededor de 16.000 personas ya tienen acceso constante al agua sin necesidad de embalses o tanques artificiales.

Muhammad Raza, agricultor del pueblo de Hussainabad, señaló que solo en su aldea se construyeron ocho estupas este invierno, acumulando aproximadamente 20 millones de litros de agua. Esto les ha permitido sembrar con antelación, evitando depender exclusivamente del deshielo estacional de los glaciares.

Los beneficios se extienden también a la productividad agrícola. “Antes plantábamos en mayo y solo teníamos una cosecha al año. Ahora, gracias al agua anticipada, podemos tener hasta tres temporadas”, indicó Bashir Ahmed, de la vecina aldea de Pari.

La región de Gilgit-Baltistán alberga unos 13.000 glaciares, más que cualquier otra zona fuera de los polos. Sin embargo, el calentamiento global está alterando sus patrones de deshielo, aumentando el riesgo de inundaciones y disminuyendo el suministro de agua en el largo plazo.

Según el investigador Sher Muhammad, del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas (ICIMOD), la mayor parte del suministro hídrico local proviene de la nieve primaveral, que se ha vuelto cada vez más escasa. En su opinión, iniciativas como estas estupas podrían marcar la diferencia entre la escasez y la resiliencia hídrica en zonas rurales.

“Ante el cambio climático, no hay ricos ni pobres, urbanos ni rurales. El mundo entero se ha vuelto vulnerable”, declaró Yasir Parvi, joven agricultor local. En los pueblos del norte de Pakistán, ese mensaje se traduce en acción: agua solidificada para sembrar futuro.