Publicado: 11 abr. 2025

Hubble captura el ritual final de una estrella gigante en la Vía Láctea

La nebulosa Kohoutek 4-55 brilla en todo su esplendor, captada por el telescopio espacial Hubble antes del retiro de su emblemático instrumento WFPC2.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Recreación digital de la nebulosa planetaria Kohoutek 4-55 inspirada en observaciones del telescopio espacial Hubble.
Recreación generada por Iceebook basada en observaciones del telescopio Hubble. (Inspiración: NASA/ESA)

Una estrella moribunda nos regala su último espectáculo en una imagen majestuosa tomada por el telescopio espacial Hubble. Se trata de la nebulosa planetaria Kohoutek 4-55, ubicada a unos 4600 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne. Esta estructura brillante y multicolor es el resultado del colapso final de una estrella gigante roja, cuyas capas externas han sido expulsadas al espacio, formando nubes ionizadas que brillan como un remanente fantasmagórico.

La imagen, recientemente publicada por NASA y la ESA, muestra un anillo interior de gas verde envuelto en nubes de oxígeno (azul), hidrógeno (verde) y nitrógeno (rojo y naranja). El conjunto se presenta como una capa superpuesta de formas y colores, parecida a un portal cósmico abierto en el telón oscuro del universo. Esta visión no es solo hermosa, sino profundamente simbólica: representa el “canto del cisne” de una estrella en el último capítulo de su vida.

Las nebulosas planetarias marcan el final de la evolución de muchas estrellas como nuestro Sol. Cuando estas agotan su combustible, se despojan de sus capas exteriores, mientras su núcleo colapsa en una enana blanca. La energía ultravioleta liberada en ese breve proceso final excita los gases expulsados, haciéndolos brillar intensamente. Esta etapa, aunque impresionante, es efímera: las nubes resplandecientes se desvanecerán en apenas decenas de miles de años.

Lo que hace aún más especial esta imagen de Kohoutek 4-55 es que fue tomada por la Cámara Planetaria y de Campo Amplio 2 (WFPC2), uno de los instrumentos más icónicos del Hubble. Esta cámara fue instalada en 1993 y reemplazada en 2009 durante la última misión de mantenimiento del telescopio. Lo extraordinario es que esta imagen fue captada tan solo diez días antes de que la WFPC2 fuera retirada, como una despedida científica y simbólica de un instrumento que marcó una época en la astronomía moderna.

Durante sus 16 años en funcionamiento, la WFPC2 fue responsable de algunas de las imágenes más famosas del Hubble, incluyendo las de los “Pilares de la Creación” en la Nebulosa del Águila. Su legado perdura no solo en los datos, sino en la inspiración que provocó en generaciones de científicos y amantes del espacio. Esta nueva imagen de Kohoutek 4-55 fue procesada con técnicas de imagen avanzadas, revitalizando sus datos y permitiendo una visión más nítida y detallada de este objeto estelar en transformación.

El Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y el equipo del Hubble celebraron esta publicación no solo como un aporte a la ciencia, sino como un homenaje visual a la misión de exploración que el Hubble continúa cumpliendo décadas después de su lanzamiento. A través de imágenes como esta, comprendemos mejor la vida y muerte de las estrellas, y los procesos que moldean nuestro universo.