Este 1º de mayo, ciudades de todo el mundo se llenan de pancartas, banderas y voces que reclaman mejores condiciones laborales. Desde Manila hasta Madrid, millones de trabajadores se movilizan para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, una fecha que este año cobra especial fuerza frente a los desafíos de la automatización, la precariedad y el alza del costo de vida.
Las manifestaciones, que se desarrollan con intensidad en Europa, América Latina y Asia, reflejan un clima global de tensión laboral. Sindicatos, movimientos sociales y empleados de plataformas digitales reclaman aumentos salariales, estabilidad contractual y límites al avance no regulado de la inteligencia artificial en el mundo del trabajo.
Madrid, Buenos Aires y Berlín: el pulso de las calles
En Madrid, los principales sindicatos convocan marchas bajo el lema “Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios”. Las columnas avanzan por el centro de la capital con miles de personas que exigen reforzar los servicios públicos y una reforma fiscal que proteja a los más vulnerables frente a la inflación.

En Buenos Aires, la convocatoria toma un tono más combativo. Gremios industriales, docentes y repartidores de apps confluyen en la Plaza de Mayo con reclamos contra la devaluación de los ingresos, la informalidad laboral y la tercerización. En Berlín, la demanda principal es la reducción de la jornada laboral a 32 horas semanales sin pérdida salarial, mientras los sindicatos alertan sobre el impacto de la automatización en el empleo calificado.
Una fecha histórica que se resignifica cada año
El Día del Trabajo recuerda la lucha de los obreros de Chicago en 1886 por la jornada laboral de ocho horas, pero más de un siglo después, las nuevas formas de explotación laboral obligan a repensar esa herencia. En 2025, muchos trabajadores exigen “derecho a desconectarse”, transparencia algorítmica y regulaciones a los contratos digitales por tareas.
“Hoy ya no hablamos solo de trabajo físico o de fábrica. Luchamos contra la explotación de datos, la vigilancia laboral digital y la presión de los algoritmos”, declara un vocero sindical en la Ciudad de México, donde miles marchan por el centro histórico en una jornada cargada de música, banderas y carteles que alertan sobre la “uberización de la vida”.
IA y futuro laboral: el reclamo se actualiza
Uno de los ejes que atraviesa las movilizaciones de este año es la irrupción de la inteligencia artificial en los procesos laborales. Mientras algunas empresas celebran la eficiencia de la IA generativa y la automatización de tareas, los trabajadores denuncian despidos encubiertos, evaluaciones algorítmicas injustas y falta de regulación clara.

“No estamos en contra de la tecnología, pero sí de que se use para precarizar o reemplazar sin diálogo”, afirman desde una agrupación de trabajadores del sector financiero en São Paulo. En varias marchas europeas también se reclama una legislación continental que garantice transparencia y derechos frente a decisiones tomadas por sistemas autónomos.
El 1º de mayo sigue vivo
En un mundo laboral cada vez más fragmentado, marcado por contratos flexibles, trabajo remoto, plataformas digitales y vigilancia tecnológica, el Día del Trabajo sigue siendo un punto de encuentro y resistencia. Las calles del 2025 lo confirman: el trabajo cambia, pero la lucha por dignidad, justicia y derechos continúa.
Más allá de las consignas y los territorios, lo que une a millones hoy es una misma pregunta: ¿Qué lugar tendrá el ser humano en el futuro del trabajo?