Publicado: 13 abr. 2025

Pasajeros varados en Alabama por más de 7 horas tras desvío de vuelos internacionales sin acceso a aduanas

Cientos de pasajeros quedaron retenidos dentro de sus aviones en Montgomery, Alabama, tras el desvío por tormentas de dos vuelos internacionales de Delta Air Lines.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Avión de Delta Air Lines aterrizando en una pista de aeropuerto
Dos vuelos internacionales de Delta quedaron varados en Alabama por falta de aduanas tras un desvío por tormenta.

Lo que debía ser una conexión aérea de rutina se transformó en una odisea de más de 25 horas para casi 300 pasajeros que volaban desde México hacia el noreste de Estados Unidos. Dos vuelos internacionales de Delta Air Lines fueron forzados a aterrizar en el Aeropuerto Regional de Montgomery, Alabama, el jueves 10 de abril, luego de que una fuerte tormenta eléctrica interrumpiera las operaciones en el aeropuerto de Atlanta. El desvío, sin embargo, condujo a un problema mayor: la terminal receptora no contaba con instalaciones de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), lo que impidió el desembarco de los viajeros durante más de siete horas.

Los vuelos afectados, identificados como DL 1828 desde Cabo San Lucas y DL 599 desde Ciudad de México, tenían como destino final Boston, con escala en el aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta. Las condiciones meteorológicas adversas impidieron que las aeronaves aterrizaran en su destino inicial, desviándolas a Montgomery a las 22:30 hora local. Sin embargo, al tratarse de una terminal sin capacidad para procesar vuelos internacionales, los pasajeros quedaron confinados dentro de las aeronaves estacionadas en pista, sin posibilidad de ingreso legal al país.

Durante la madrugada, los viajeros permanecieron sin acceso a las instalaciones básicas del aeropuerto y bajo vigilancia, según declaraciones de testigos. A las 5:00 del viernes, siete horas después del aterrizaje, las autoridades permitieron el descenso de los pasajeros en grupos limitados, quienes fueron trasladados a una zona controlada dentro de la terminal, bajo supervisión policial. “Estábamos atrapados, literalmente. No podíamos salir del avión porque no había aduana”, relató Lauren Forbes, una de las pasajeras afectadas.

La aerolínea Delta reconoció la responsabilidad por el incidente, aunque atribuyó la situación a una combinación de factores climáticos y operativos. En un comunicado, la compañía lamentó “no haber cumplido con los estándares de atención esperados por nuestros clientes durante las tormentas del jueves por la noche”. Delta explicó que otras opciones, como el desvío al aeropuerto internacional de Birmingham —que sí cuenta con aduana—, se descartaron por razones meteorológicas, y que las tripulaciones involucradas ya habían alcanzado su límite legal de horas de trabajo.

Tras ser liberados del confinamiento inicial, los pasajeros continuaron enfrentando retrasos. En el caso de Forbes, el tiempo total de viaje superó las 25 horas, incluyendo una nueva espera para el traslado a Atlanta y la reorganización de su conexión hacia Boston. “Solo quiero dormir, abrazar a mi perro e ir al trabajo”, expresó al llegar finalmente al aeropuerto Logan. Otros pasajeros reportaron condiciones similares y señalaron que Delta ya ha iniciado el proceso de reembolso completo de los pasajes afectados.

La situación ha generado cuestionamientos sobre los protocolos de contingencia en vuelos internacionales que enfrentan desvíos imprevistos. La normativa estadounidense establece que cualquier pasajero que ingrese desde el extranjero debe pasar por control aduanal antes de acceder a suelo nacional. No obstante, el caso ha puesto en evidencia la falta de planes alternativos en situaciones de emergencia climática. “Este incidente demuestra la necesidad de revisar los procedimientos cuando se trata de vuelos desviados a terminales sin personal migratorio”, afirmó Forbes en declaraciones a medios locales.

Las operaciones en el Aeropuerto Regional de Montgomery se reanudaron con normalidad a las 4:00 del mismo viernes, sin reportes de nuevos incidentes. Por su parte, Delta aseguró que está evaluando el caso de forma interna y que continuará ofreciendo asistencia personalizada a los pasajeros. Aunque la aerolínea subrayó que priorizó la seguridad, el episodio ha dejado en evidencia limitaciones estructurales del sistema aeroportuario frente a eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes.