XMM-Newton detecta oscilaciones de rayos X en un agujero negro supermasivo

El telescopio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea ha captado oscilaciones de rayos X provenientes del borde de un agujero negro supermasivo, 1ES 1927+654, situado en el corazón de una galaxia cercana. Este descubrimiento no solo redefine la comprensión de la acreción de materia, sino que podría señalar una fuente de ondas gravitacionales que la futura misión LISA podría detectar.

Autor - Aldo Venuta Rodríguez

2 min lectura

Ilustración de un agujero negro supermasivo rodeado por un disco de acreción luminoso y un fondo lleno de estrellas.
Imagen artística representativa de un agujero negro supermasivo.

Los rayos X detectados por XMM-Newton revelan interacciones complejas entre la materia y el agujero negro. Este proceso incluye la formación de un disco de acreción que emite rayos ultravioleta, los cuales se transforman en rayos X al interactuar con la corona de plasma alrededor del agujero negro. Sin embargo, el comportamiento del agujero negro desde 2018, incluyendo la desaparición y posterior restablecimiento de la corona, ya había sorprendido a los investigadores.

En 2022, XMM-Newton observó variaciones cuasiperiódicas (QPO) en los rayos X, lo que podría indicar que un objeto masivo, como una enana blanca, está orbitando en el disco de acreción. Este objeto, con una masa de aproximadamente 0,1 veces la del Sol, completa una órbita en solo 18 minutos, viajando a velocidades extremas.

En lugar de ser devorado rápidamente, el objeto ha mostrado una resistencia inesperada, con las oscilaciones de rayos X aumentando en frecuencia y fuerza hasta 2024. Esto llevó a los científicos a reconsiderar las teorías existentes, incluyendo la posibilidad de que el objeto esté emitiendo ondas gravitacionales mientras pierde materia de forma gradual.

“Es un caso fascinante que desafía nuestras expectativas y señala la necesidad de seguir explorando cómo interactúan los agujeros negros con su entorno”, afirmó Megan Masterson, líder del estudio. La posibilidad de que la enana blanca esté siendo desgarrada lentamente plantea preguntas sobre los límites de la teoría actual.

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El futuro de esta investigación podría depender de la misión LISA de la ESA, programada para la década de 2030, que está diseñada para detectar ondas gravitacionales en el rango de frecuencia emitido por este sistema. Según los investigadores, esto proporcionará una comprensión más detallada de las dinámicas alrededor de los agujeros negros supermasivos.

“Este hallazgo subraya la capacidad única de XMM-Newton para capturar detalles en el rango de rayos X. Es una herramienta fundamental para la exploración de fenómenos extremos en el universo”, destacó Norbert Schartel, científico del proyecto XMM-Newton.

Preguntas frecuentes

¿Qué descubrió el telescopio XMM-Newton sobre el agujero negro 1ES 1927+654?

El telescopio detectó oscilaciones de rayos X provenientes del borde de este agujero negro, indicando la presencia de un objeto masivo, probablemente una enana blanca, orbitando en su disco de acreción.

¿Por qué es importante este descubrimiento?

Este hallazgo desafía las teorías actuales sobre la interacción de materia y energía en los agujeros negros, y podría ser una fuente de ondas gravitacionales detectables por la misión LISA en el futuro.

¿Qué es una variación cuasiperiódica (QPO)?

Las QPO son oscilaciones regulares en la emisión de rayos X, que en este caso podrían indicar la presencia de un objeto orbitando rápidamente cerca del agujero negro.

¿Qué papel jugará la misión LISA en esta investigación?

LISA está diseñada para detectar ondas gravitacionales, lo que permitirá confirmar si el objeto observado está generando estas ondas al interactuar con el agujero negro.

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