Publicado: 11 abr. 2025

Aranceles de EE.UU. ponen a Europa contra las cuerdas: 90 días para alcanzar un acuerdo o escalar la guerra comercial

La Unión Europea activa un plan de contingencia ante la amenaza de aranceles de EEUU, buscando evitar una recesión.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Ursula von der Leyen y Donald Trump con fondo institucional europeo y estadounidense.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Donald Trump, presidente de EE.UU..

La Unión Europea se encuentra en una carrera contrarreloj. Tras la decisión de Estados Unidos de suspender por 90 días la aplicación de nuevos aranceles del 20% (manteniendo los del 10% ya existentes), los ministros de finanzas del bloque, reunidos en Varsovia, han cerrado filas. El objetivo: negociar un acuerdo comercial con Washington en este breve plazo y evitar un golpe económico que podría arrastrar a la UE a la recesión.

Pese a la tregua temporal anunciada por Donald Trump, la tensión es palpable. La Comisión Europea estima que, incluso si los aranceles fueran solo temporales y sin represalias, la economía europea sufriría un impacto negativo del 0,2% del PIB para 2027. Sin embargo, el escenario se oscurece drásticamente si las medidas se perciben como permanentes o si se desata una espiral de represalias: la pérdida para el crecimiento europeo podría escalar hasta un 0,5% o 0,6% del PIB.

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Curiosamente, las proyecciones de la Comisión sugieren que la economía estadounidense sufriría aún más. En el escenario más benigno, EEUU vería una contracción de entre el 0,8% y el 1,4% de su PIB hasta 2027, cifra que se dispararía a entre un 3,1% y 3,3% en caso de una guerra comercial abierta. Y esto, advirtió el Comisario Valdis Dombrovskis, sin contar la posible pérdida de confianza de inversores y empresas.

Mientras tanto, algunos funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) manejan cifras incluso más preocupantes para Europa, estimando un impacto de entre el 0,5% y el 1,0% del PIB. Considerando que la previsión de crecimiento de la UE para este año es de apenas un 0,9%, estos aranceles podrían ser la chispa que encienda una recesión en el bloque.

Ilustración editorial de Ursula von der Leyen y Donald Trump enfrentados, con gráficas descendentes y banderas al fondo.

Ante este panorama, la UE despliega una estrategia de doble vía. Por un lado, la negociación unificada con EEUU, liderada por la Comisión Europea, buscando un "buen acuerdo", posiblemente basado en la idea de cero aranceles para bienes industriales. Por otro lado, se acelera el fortalecimiento interno. "Todos los ministros coincidieron en la necesidad de adoptar una postura unificada", afirmó Paschal Donohoe, presidente del Eurogrupo.

Se busca impulsar con urgencia la mejora del mercado único europeo, que agrupa a 450 millones de consumidores. Iniciativas como el euro digital, la unión de ahorros e inversión y la diversificación comercial para reducir la dependencia de EEUU ganan prioridad. Además, el aumento de la inversión en países como Alemania, gracias a reformas fiscales y un nuevo fondo de infraestructura de 500.000 millones de euros, podría ofrecer un contrapeso positivo.

No obstante, la UE también prepara el terreno para la confrontación si las negociaciones fracasan. "La parte estadounidense debe ser consciente de que, si las negociaciones no prosperan, tendremos otra discusión sobre los mecanismos de respuesta", advirtió el ministro de Finanzas alemán, Jorg Kukies. La amenaza de represalias está sobre la mesa.

Un escenario sin acuerdo en 90 días plantearía otro desafío: la protección de los sectores más vulnerables (acero, aluminio, automóviles, madera, microchips, farmacéuticos). La clave sería coordinar el apoyo a nivel europeo, ya que las diferencias en la capacidad fiscal de los Estados miembros podrían distorsionar la competencia dentro del propio mercado único si cada país actúa por su cuenta.