Así aprenden los robots a moverse como peces, gracias a la realidad virtual
Científicos usan realidad virtual para imitar la coordinación de peces y aplicarla a coches, drones y barcos robóticos
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
3 min lectura
En un innovador experimento, investigadores de la Universidad de Constanza han logrado descifrar la lógica que utilizan los peces cebra para coordinarse en cardúmenes, gracias a un sistema de realidad virtual tridimensional. El descubrimiento permitió desarrollar una "ley de control" que ya se ha implementado con éxito en robots móviles, incluidos drones, coches y barcos.
El estudio, publicado en Science Robotics, revela cómo los peces no necesitan líderes ni reglas complejas para moverse en armonía. Utilizan únicamente la posición visual de sus congéneres para mantener la cohesión del grupo, lo que inspiró a los científicos a adaptar esta lógica en sistemas robóticos autónomos.
En el experimento, peces reales interactuaban en arenas conectadas mediante realidad virtual con proyecciones holográficas de otros peces. Esta simulación les permitió replicar con precisión la dinámica natural del cardumen y analizar cómo los peces responden a estímulos visuales.
La clave fue una regla sencilla pero efectiva: los peces no se fijan en la velocidad de los demás, solo en sus posiciones relativas. Con esta información mínima, logran coordinar movimientos complejos sin colisiones ni desorganización. "Es una ley cognitivamente mínima pero funcionalmente excelente", dijo Iain Couzin, líder del proyecto.
Para verificar su validez, los investigadores realizaron una prueba de Turing en realidad virtual. Un pez nadaba con una proyección controlada por el algoritmo derivado de sus congéneres. ¿El resultado? El pez no detectó diferencia alguna. Respondía igual ante el pez real que ante el modelo computacional.
Posteriormente, el algoritmo fue implementado en enjambres de robots de distintas plataformas. El desempeño fue sorprendentemente similar al de los sistemas de control predictivo más avanzados, pero con menor consumo energético y mucha menor complejidad computacional.
Oliver Deussen, coautor del estudio, afirma que este hallazgo marca una reciprocidad entre biología y robótica. "Usamos robots para entender mejor a los animales, y luego usamos lo aprendido para diseñar máquinas más inteligentes y adaptativas".
El trabajo involucró a instituciones líderes como el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, la Universidad de Eötvös (Hungría) y el MIT (EE. UU.). Además, recibió apoyo de programas europeos, la DFG alemana y fundaciones privadas como la Werner y Erika Messmer Stiftung.
Referencias: Science Robotics (DOI: 10.1126/scirobotics.adq6784)
Continúa informándote
Meta diseñó un manual interno para contener la presión regulatoria por anuncios fraudulentos
Documentos internos muestran cómo Meta creó una guía para responder a reguladores por anuncios fraudulentos sin alterar de fondo su modelo publicitario
Por qué algunos creen que el smartphone tiene los días contados
Cada vez más voces dentro de la industria creen que el smartphone está perdiendo su papel central y que nuevas formas de interacción podrían desplazarlo poco a poco
Meta compra Manus, la startup de agentes de IA que había encendido Silicon Valley
Meta acuerda la compra de Manus, una startup de agentes de IA, en una operación que mezcla ambición tecnológica, presión inversora y dudas sobre utilidad real y control
Los televisores Samsung podrán mostrar Google Photos en pantalla grande a partir de 2026
Samsung permitirá mostrar Google Photos en sus televisores desde 2026, llevando recuerdos a pantalla grande y abriendo debates sobre control y privacidad en casa
Detectan que los ordenadores cuánticos arrastran errores con el paso del tiempo
Nuevos estudios detectan que los ordenadores cuánticos pueden arrastrar errores en el tiempo, lo que complica la corrección y plantea límites reales a su fiabilidad
China propone nuevas reglas para la IA “con rasgos humanos” y la interacción emocional con usuarios
China propone nuevas reglas para limitar la IA con rasgos humanos y controlar su interacción emocional, buscando reducir dependencia, riesgos psicológicos y usos abusivos