El experimento de Microorganismos Externos de la ISS se centrará en la recolección de muestras cerca de los respiraderos del sistema de soporte vital de la estación. Estas áreas son clave para evaluar si la nave espacial libera microorganismos, cuántos de ellos pueden viajar en el vacío espacial y hasta qué punto logran sobrevivir.
La investigación tiene implicaciones directas para la exploración espacial y para industrias terrestres como la farmacéutica y la agrícola, interesadas en extremófilos: microorganismos que prosperan en condiciones extremas. Estos organismos podrían ofrecer pistas sobre la supervivencia en ambientes hostiles, tanto en el espacio como en otros planetas.
Aunque las naves y trajes espaciales se esterilizan rigurosamente antes de cada misión, los humanos llevan su propio microbioma, regenerando constantemente comunidades microbianas. Comprender cómo estos microorganismos interactúan con el entorno espacial ayudará a mejorar los diseños y procesos que previenen la contaminación durante misiones tripuladas.
Estos datos serán cruciales para explorar destinos planetarios como Marte y la Luna, especialmente en regiones donde podría haber vida pasada o presente. La investigación también busca determinar si es necesario ajustar los procedimientos actuales para limitar la propagación de microorganismos desde las naves espaciales y los trajes de los astronautas.