Un ambicioso estudio liderado por el profesor Yuming Guo, de la Universidad de Monash, revela que aumentar en un 30 % la vegetación urbana podría haber evitado más de 1,1 millones de muertes relacionadas con el calor entre los años 2000 y 2019. El trabajo, publicado en The Lancet Planetary Health, cuantifica por primera vez el impacto potencial del verdor urbano en la reducción de la mortalidad vinculada a olas de calor globales.
La investigación analizó datos de más de 11 500 ciudades del mundo y utilizó modelos que correlacionan el aumento del verdor con la disminución de la temperatura media durante las estaciones cálidas. El incremento del 30 % en cobertura vegetal permitiría reducir hasta 0,19 °C la temperatura urbana promedio, evitando 1,16 millones de muertes, lo que representa el 36,66 % del total de decesos atribuibles al calor en esas dos décadas.

Las muertes prevenibles por regiones en ese escenario serían: 396 955 en Europa, 527 989 en Asia, 123 085 en América Latina y el Caribe, 69 306 en América del Norte, 35 853 en África, 2 759 en Australia y Nueva Zelanda, y 2 733 en Oceanía. La mayor reducción proporcional se observó en regiones densamente pobladas y más afectadas por el calor, como el sur de Asia, Europa del Este y Asia Oriental.
El verdor urbano actúa como regulador térmico gracias a mecanismos como la creación de sombra, la reflexión de radiación solar y la evapotranspiración, que enfrían el entorno mediante la circulación del aire. Estos efectos no solo disminuyen el riesgo térmico directo, sino que también generan beneficios colaterales, como la reducción de la contaminación del aire y mejoras en la salud mental y social.
El profesor Guo destacó que esta es la primera vez que se estima de forma precisa la relación entre la expansión vegetal urbana y la disminución de la mortalidad por calor: “Nuestro estudio muestra que aumentar la vegetación no solo baja la temperatura, sino que tiene un impacto medible en salvar vidas humanas”, afirmó.
Los datos provienen de la Red de Investigación Colaborativa Multipaís Multiciudad (MCC), que incluye información climática y de mortalidad diaria de 830 ubicaciones en 53 países. Para medir el verdor, se empleó el Índice de Vegetación Mejorado (EVI), basado en observaciones satelitales de la NASA.
Entre los hallazgos, destaca que incluso aumentos moderados en la vegetación urbana tienen efectos considerables: un incremento del 10 % evitaría cerca de 860 000 muertes, mientras que uno del 20 % alcanzaría 1,02 millones. Esto representa entre un cuarto y más de un tercio de las muertes relacionadas con el calor en ese periodo.
Con la intensificación del cambio climático, se prevé que la proporción de muertes por calor alcance hasta el 16,7 % en el sudeste asiático para fines de siglo. Por ello, los autores proponen que la planificación urbana contemple la expansión de áreas verdes como política clave de salud pública y adaptación climática.
Referencias: The Lancet Planetary Health, Universidad de Monash