Durante siglos, el oro ha sido símbolo de poder, riqueza y desarrollo, pero su extracción ha generado graves consecuencias ambientales y sociales. Hoy, un hallazgo biotecnológico promete cambiar esa realidad: un hongo microscópico, conocido como Fusarium oxysporum, ha demostrado la capacidad de producir partículas de oro a partir de minerales, un proceso natural que podría revolucionar por completo la minería en la Tierra... y más allá.
Investigadores del CSIRO (Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth) en Australia, liderados por el científico Tsing Bohu, realizaron un experimento que dejó perpleja a la comunidad científica. Al combinar cepas de este hongo con minerales que contenían trazas de oro —incluso provenientes de polvo meteórico—, observaron que el hongo absorbía los metales y formaba diminutas pepitas de oro en su superficie. “Tenía que verlo con mis propios ojos para creerlo”, reconoció Bohu.

Este fenómeno se explica por una interacción bioquímica aún poco comprendida, pero extremadamente eficiente. Lo más sorprendente es que el oro, al ser un elemento químicamente inerte, raramente reacciona en la naturaleza. El hongo, sin embargo, activa una reacción redox que transforma compuestos de oro en partículas metálicas visibles.
Las implicaciones de este hallazgo son enormes. Podría marcar el inicio de una nueva era de minería metabólica, una disciplina emergente que emplea organismos vivos para extraer metales preciosos sin dañar el entorno. A diferencia de la minería tradicional, este método no requiere excavaciones masivas, productos tóxicos ni consume grandes cantidades de energía.
Además, el Fusarium oxysporum está presente en múltiples regiones del mundo, incluyendo Australia, Asia, Europa y zonas del sureste español. Su potencial de adaptación y reproducción controlada lo convierte en un candidato ideal para futuros sistemas de bioextracción sostenibles, incluso a pequeña escala.
Pero la promesa no se detiene en nuestro planeta. Dado que el experimento utilizó minerales provenientes de un asteroide del cinturón principal del sistema solar, los científicos consideran que este hongo podría ser clave en misiones espaciales. La posibilidad de recolectar oro y otros minerales en asteroides usando métodos biológicos abre una nueva frontera en la minería extraterrestre.

En palabras de los investigadores, modificar genéticamente estas cepas para mejorar su capacidad de extracción en diferentes entornos podría convertir al Fusarium oxysporum en uno de los pilares de la exploración espacial futura, proporcionando recursos valiosos sin necesidad de complejas infraestructuras.
No obstante, este hongo no es inofensivo: también ha sido responsable de enfermedades en cultivos como plátano, maíz, tomate y sandía. Por ello, los expertos insisten en la necesidad de desarrollar sistemas biotecnológicos cerrados que garanticen su uso seguro sin riesgos agrícolas ni ecológicos.
La historia del oro y la humanidad podría estar a punto de dar un giro inesperado. De símbolo de opresión y destrucción, el oro podría convertirse ahora en emblema de sostenibilidad, ciencia y progreso, gracias a un aliado diminuto e insospechado que crece bajo nuestros pies.