Bacterias vivas crean una nueva generación de baterías que desafía al litio en sostenibilidad y eficiencia
Científicos chinos desarrollan biobaterías con bacterias vivas que podrían reemplazar al litio en dispositivos médicos y portátiles
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
3 min lectura
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen acaba de presentar una biobatería revolucionaria: un dispositivo portátil y auto-recargable que genera electricidad gracias a bacterias vivas. Este avance podría transformar radicalmente la forma en que almacenamos y utilizamos energía, dejando atrás la dependencia del litio y otros materiales contaminantes.
Las biobaterías desarrolladas por este grupo chino operan con *Shewanella oneidensis MR-1*, un microorganismo electroactivo capaz de producir corriente mediante procesos metabólicos. Encapsuladas en hidrogeles moldeables, estas bacterias funcionan como componentes clave del sistema: un gel bacteriano actúa como ánodo, otro como cátodo, y entre ambos una membrana permite el paso de iones. Todo el sistema puede ser impreso en 3D y adaptado al tamaño necesario.
Aunque la densidad energética de estas biobaterías es inferior a la del litio (0,008 Wh/L frente a más de 100 Wh/L en promedio), su biocompatibilidad, sostenibilidad y capacidad de recargarse solas las convierte en candidatas ideales para aplicaciones médicas. Marcapasos, sensores corporales, dispositivos de monitoreo de presión arterial y estimulación nerviosa podrían operar por décadas sin reemplazos ni intervenciones quirúrgicas adicionales.
Además de su potencial sanitario, estas baterías vivas no requieren minería ni químicos peligrosos. Esto supone un respiro para un planeta cada vez más agobiado por la explotación intensiva de litio, cobalto o manganeso, elementos esenciales en las baterías tradicionales. La propuesta china apunta así a una energía más limpia, regenerativa y respetuosa con el medioambiente.
Los científicos también demostraron que estas biobaterías pueden soportar hasta 10 ciclos de carga y descarga con más del 99,5% de eficiencia, mientras que las bacterias contenidas mantienen una viabilidad superior al 70% durante el uso, llegando al 97% al final del proceso. Esto refuerza la idea de que se trata de un sistema funcional y estable, no solo de laboratorio, sino aplicable en escenarios reales.
Aunque aún no están listas para reemplazar baterías de alto rendimiento, como las que requieren los coches eléctricos, sí ofrecen una solución eficaz para dispositivos portátiles, sensores ambientales, implantes médicos o tecnologías wearables. La posibilidad de operar sin recarga externa y con impacto ambiental nulo marca un nuevo paradigma.
Este avance se enmarca en una creciente tendencia global que busca soluciones bioenergéticas. El desarrollo de materiales vivos, energías microbianas y sistemas autoregenerativos está ganando terreno frente a las limitaciones de las tecnologías actuales. China, con esta biobatería impresa en 3D, ha dado un paso decisivo en esa dirección.
En tiempos donde la geopolítica del litio genera tensiones entre países productores, grandes tecnológicas y potencias industriales, el descubrimiento chino muestra un camino alternativo. Uno donde la electricidad no se extrae de las entrañas del planeta, sino que brota de la vida misma.
Preguntas frecuentes
Es un dispositivo que genera energía mediante bacterias electroactivas encapsuladas en hidrogeles.
No aún, pero es ideal para dispositivos médicos y sensores portátiles con baja demanda energética.
Son sostenibles, auto-recargables, biocompatibles y no requieren materiales tóxicos ni minería.
En el Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen, China, y publicada en Advanced Materials.
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