Publicado: 9 mar. 2025

EE.UU. impulsa la revisión de la postura del Banco Mundial sobre energía nuclear

El Banco Mundial se enfrenta a nuevos pedidos de su mayor accionista para que abandone una prohibición que data de décadas atrás sobre la financiación de la energía nuclear. Este movimiento busca ayudar a Occidente a competir con China y Rusia en la diplomacia atómica.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Planta nuclear en funcionamiento, simbolizando el impulso a la energía nuclear como solución energética.
Imagen de Markus Distelrath en Pixabay

El Banco Mundial no ha financiado la energía nuclear desde los años 50, pero podría retomar el apoyo a esta tecnología en los próximos meses, tras una revisión de sus políticas energéticas bajo el liderazgo de Ajay Banga.

La presión sobre el Banco Mundial ha aumentado desde que Estados Unidos, a través de representantes como French Hill, ha manifestado su apoyo para permitir el financiamiento de proyectos nucleares. Este esfuerzo busca contrarrestar la expansión nuclear de China y Rusia en mercados emergentes, en especial en África y Asia.

Históricamente, el Banco Mundial ha evitado financiar proyectos nucleares debido a los riesgos de seguridad y proliferación nuclear. Sin embargo, la nueva administración estadounidense está insistiendo en que la institución revise esta postura y considere el apoyo a la energía nuclear como una opción válida para el futuro energético global.

El presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, ha mostrado disposición para considerar la energía nuclear como parte de una combinación energética viable y sostenible para los países en desarrollo, especialmente con tecnologías más seguras, como los reactores modulares pequeños. Estos reactores prometen ser más económicos y menos riesgosos en comparación con las plantas nucleares tradicionales.

El debate sobre el financiamiento de la energía nuclear ha cobrado relevancia en un momento crítico, cuando se revisa la estrategia energética global. China y Rusia, como potencias nucleares emergentes, están avanzando rápidamente con sus propios proyectos nucleares en países de África y Asia, lo que podría influir en el balance geopolítico y económico mundial.

La administración estadounidense ha dejado claro que considera la expansión de la energía nuclear como una prioridad. Esto se refleja en los proyectos legislativos presentados por figuras como French Hill, quienes buscan asegurar que los países occidentales no pierdan terreno frente a las potencias nucleares emergentes. Estados Unidos también está presionando para que el Banco Mundial cree un fondo específico para financiar estos proyectos en los países en desarrollo.

A pesar de la controversia histórica sobre la energía nuclear, Washington está cada vez más dispuesto a apoyar una expansión nuclear global. La tecnología nuclear podría ser clave para la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles, contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, el avance de China y Rusia en el sector nuclear está poniendo en evidencia la necesidad de que las democracias occidentales actúen rápidamente para mantener su influencia en el desarrollo de la energía nuclear. La cuestión no solo es económica, sino también estratégica, ya que la expansión de la energía nuclear puede fortalecer las relaciones geopolíticas con países que se beneficiarían de esta tecnología.

El futuro de la energía nuclear, tanto a nivel global como en los países en desarrollo, está en juego. Con la creciente competencia entre las principales potencias, el Banco Mundial tiene ante sí un desafío considerable: decidir si será un facilitador de esta tecnología o si continuará con su postura de abstención.