Los astrónomos han descubierto que las gigantescas llamaradas de magnetares —estrellas de neutrones supermagnetizadas— podrían ser una fuente clave de elementos pesados como el oro, el platino y el uranio en la galaxia. Según el estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters, estas explosiones pueden forjar hasta el 10% de los metales preciosos existentes en la Vía Láctea.
La investigación, liderada por el Centro de Astrofísica Computacional (CCA) del Instituto Flatiron, resolvió un enigma que persistía desde una intensa llamarada detectada en 2004. Los datos sugieren que una sola de estas erupciones puede generar el equivalente a 27 lunas en metales pesados, liberando una cantidad de energía colosal en apenas unos segundos.
"Esta es apenas la segunda vez que tenemos evidencia directa sobre la formación de estos elementos", señaló Brian Metzger, coautor del estudio e investigador en la Universidad de Columbia. La primera fue la fusión de estrellas de neutrones observada en 2017, pero las colisiones resultan demasiado infrecuentes para explicar toda la abundancia actual.
El fenómeno observado involucra el proceso r o de captura rápida de neutrones, en el que núcleos atómicos absorben neutrones libres en entornos extremos. El modelo del equipo explica que los magnetars, mediante violentas eyecciones de su corteza, crean las condiciones ideales para este tipo de síntesis nuclear cósmica.
El análisis de la misteriosa señal de 2004, olvidada por años, reveló la huella característica de la creación de elementos pesados. "Nuestro modelo encajó perfectamente", destacó Metzger. "Es impresionante pensar que los metales en nuestros dispositivos provienen de eventos tan extremos".
El cálculo estimó que la llamarada de ese año produjo unos 2 billones de kilogramos de metales pesados, equivalente a una tercera parte de la masa de Marte. Esto refuerza la hipótesis de que los magnetares desempeñan un papel crucial en la evolución química de la galaxia, especialmente en épocas tempranas.
Aunque las fusiones de estrellas de neutrones siguen siendo una fuente importante, los científicos creen que eventos como las llamaradas gigantes de magnetares podrían llenar el vacío en la producción de elementos observados en galaxias jóvenes. Nuevas misiones espaciales como el Compton Spectrometer and Imager de la NASA, previsto para 2027, ayudarán a identificar más de estos fenómenos.
"Una vez detectada una explosión de rayos gamma, necesitamos apuntar telescopios ultravioleta en 10 a 15 minutos para captar la señal", explicó Anirudh Patel, autor principal del estudio. La caza de estos eventos será clave para entender definitivamente el origen de los elementos más pesados del universo.
Referencias: The Astrophysical Journal Letters