Aunque los modelos de inteligencia artificial han logrado grandes avances en tareas como el reconocimiento facial o la clasificación de imágenes, siguen quedándose cortos en una habilidad crucial para interactuar con humanos: interpretar correctamente las interacciones sociales en movimiento. Así lo demuestra un nuevo estudio de la Universidad Johns Hopkins, publicado el 24 de abril de 2025.
La investigación, liderada por la profesora Leyla Isik y presentada en la Conferencia Internacional sobre Representaciones de Aprendizaje, pone en evidencia que los humanos aún superan ampliamente a los modelos de IA cuando se trata de comprender las dinámicas sociales de una escena, un requisito esencial para tecnologías como vehículos autónomos, robots asistenciales y sistemas de vigilancia inteligente.
En el experimento, los científicos compararon las respuestas de personas y más de 350 modelos de IA ante videos de tres segundos que mostraban distintos tipos de interacciones humanas. Los participantes humanos calificaron aspectos sociales clave en una escala del uno al cinco. En contraste, los modelos de IA —de lenguaje, video e imagen— no lograron predecir ni describir adecuadamente las interacciones mostradas.
“La IA necesita saber si dos personas están conversando o a punto de cruzar una calle. Pero nuestros hallazgos muestran que aún no pueden hacer eso con fiabilidad”, explicó Isik. El estudio reveló que los modelos de video fueron los menos precisos al describir la actividad social, mientras que los de lenguaje lograron mejores resultados al predecir la respuesta humana.
La coautora Kathy García, quien presentó los resultados, destacó que los modelos actuales están basados en redes neuronales inspiradas en zonas del cerebro que procesan imágenes estáticas, no en las regiones que interpretan escenas dinámicas. Esto podría estar limitando su capacidad de comprender historias visuales complejas.
El estudio sugiere que, si bien la IA ha progresado en el reconocimiento de imágenes fijas, interpretar escenas sociales requiere una arquitectura cognitiva más compleja. "Comprender relaciones y contexto en movimiento es una habilidad que la IA aún no domina", afirmó García.
Los investigadores concluyen que para lograr una verdadera inteligencia social artificial, los sistemas deben integrar capacidades similares a las del cerebro humano en lo que respecta al procesamiento de escenas dinámicas. Este hallazgo plantea nuevos desafíos y oportunidades en el diseño de futuras arquitecturas de IA que convivan con seres humanos.
Referencias: Universidad Johns Hopkins