Un enfoque dual para el retorno de muestras
El nuevo enfoque de la NASA incluye la evaluación de dos arquitecturas de aterrizaje durante la fase de formulación. La primera opción se basa en el probado método de la grúa aérea utilizado con los rovers Curiosity y Perseverance, mientras que la segunda aprovecha nuevas capacidades comerciales para aterrizar la carga útil en Marte.
Ambas estrategias contemplan la incorporación de un vehículo de ascenso a Marte más pequeño, alimentado por energía de radioisótopos en lugar de paneles solares, lo que garantiza operatividad incluso durante tormentas de polvo.
Un esfuerzo colaborativo con visión de futuro
La misión contará con el apoyo del Earth Return Orbiter, desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA), que capturará el contenedor de muestras en órbita marciana. Además, se rediseñará el sistema de carga para reducir la acumulación de polvo en las muestras y simplificar la protección planetaria.
“El retorno de muestras de Marte es crucial para entender la evolución geológica y climática del planeta, y prepara el camino para futuras misiones humanas”, afirmó Nicky Fox, directora de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
Impacto y próximo paso en la exploración marciana
El contenedor de muestras traerá consigo valiosa información científica que podría transformar nuestra comprensión de Marte y el sistema solar primitivo. La NASA prevé confirmar el diseño y arquitectura definitivos de la misión en 2026, tras analizar ambas opciones estratégicas.
“Estas muestras podrían redefinir nuestra percepción del universo y del lugar que ocupamos en él”, destacó Bill Nelson, administrador de la NASA.