Un nuevo estudio publicado en la revista científica National Science Review ha confirmado que la cuenca del Polo Sur-Aitken, el cráter de impacto más grande y antiguo de la Luna, se originó hace aproximadamente 4.250 millones de años. El hallazgo se basa en el análisis directo de muestras recolectadas por la misión china Chang’e-6, que aterrizó con éxito en la cara oculta del satélite en junio de 2024.
El trabajo ha sido liderado por el profesor Chen Yi y su equipo del Instituto de Geología y Geofísica, dependiente de la Academia China de Ciencias. Los investigadores examinaron unos 1.600 fragmentos de dos muestras de suelo lunar recolectadas por la sonda, identificando en ellas evidencias claras de al menos dos impactos separados en el tiempo.
La primera datación sitúa el impacto que formó la cuenca Aitken en los 4.250 millones de años, mientras que un segundo evento, ocurrido 380 millones de años después, habría alterado parcialmente la misma región. Esta reconstrucción no solo ayuda a fechar con mayor precisión la formación de este cráter, sino que también ofrece un nuevo punto de referencia para la cronología del sistema solar temprano.

La misión Chang’e-6, lanzada el 3 de mayo de 2024 a bordo de un cohete Larga Marcha 5, incluyó un orbitador, un módulo de descenso, un módulo de ascenso y un pequeño róver. El aterrizaje en la cuenca Aitken se produjo el 2 de junio, y el retorno a la Tierra, con las muestras, fue completado el 25 de junio de ese mismo año.
Utilizando técnicas de datación plomo-plomo sobre minerales con circonio presentes en noritas de origen por impacto, los investigadores confirmaron que las estructuras cristalizadas en distintas profundidades corresponden al evento que formó la cuenca. La precisión de este análisis aporta un dato clave para la datación relativa de otros cráteres de la Luna.
“Este resultado proporciona una referencia absoluta para refinar la cronología de la formación de cráteres lunares”, indicó el profesor Chen. Además, el hallazgo refuerza la teoría de que el sistema solar sufrió un periodo de bombardeo intenso en sus primeros cientos de millones de años, conocido como el Gran Bombardeo Tardío.
Hasta ahora, las estimaciones sobre la edad de la cuenca Aitken variaban ampliamente, debido a la falta de muestras directas. Este nuevo dato, respaldado por análisis geoquímicos y mineralógicos detallados, cierra una de las grandes incógnitas sobre el origen y evolución temprana de la Luna.