La misión CRS-32 de SpaceX despegó con éxito este lunes 21 de abril a las 4:15 a. m. EDT desde el histórico Complejo de Lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy, en Florida. A bordo del cohete Falcon 9, una cápsula Cargo Dragon transporta suministros esenciales y tecnología científica de vanguardia hacia la Estación Espacial Internacional (EEI).
Este vuelo marca un nuevo hito dentro del contrato CRS-2 otorgado por la NASA, y reafirma la eficacia del modelo de reutilización de componentes desarrollado por SpaceX. La primera etapa del Falcon 9 fue recuperada tras un aterrizaje exitoso en la Zona de Aterrizaje 1 (LZ-1) en Cabo Cañaveral, reforzando el compromiso de la compañía con la eficiencia y la sostenibilidad en sus misiones orbitales.
Uno de los elementos más destacados a bordo es un reloj atómico de última generación, parte del experimento ACES (Atomic Clock Ensemble in Space) impulsado por la Agencia Espacial Europea (ESA). El instrumento será instalado en el módulo Columbus de la EEI para medir los efectos de la gravedad sobre el tiempo con una precisión sin precedentes.
Junto al experimento ACES viajan los nuevos sensores del proyecto “Monitores de Aerosol”, desarrollados para analizar la calidad del aire dentro de la estación. Estos sensores pueden distinguir entre polvo y humo, lo que permite detectar con rapidez situaciones de riesgo, como incendios o contaminaciones, protegiendo la salud de los astronautas.
La cápsula Dragon también lleva a bordo tecnologías de navegación autónoma para futuras misiones robóticas, sistemas experimentales para la producción de fármacos en microgravedad y un estudio sobre el crecimiento de plantas en condiciones espaciales, que busca sentar las bases para el cultivo sostenible en misiones prolongadas fuera de la Tierra.
Con la CRS-32, SpaceX continúa cumpliendo un rol fundamental en la expansión del conocimiento científico más allá del planeta. Cada misión de reabastecimiento representa una oportunidad para probar tecnologías que podrían ser clave en futuras misiones tripuladas a la Luna o a Marte.
La llegada de la cápsula a la EEI está programada para las próximas 24 horas, donde será acoplada de forma autónoma al módulo Harmony. Una vez instalada, los astronautas comenzarán a descargar la carga científica, cuyo procesamiento se extenderá durante varias semanas en órbita.
CRS-32 no solo entrega suministros logísticos: ofrece una ventana al futuro de la ciencia y la exploración espacial. A través de esta misión, la colaboración entre la NASA y SpaceX sigue impulsando el avance del conocimiento humano desde una órbita a 400 kilómetros sobre la superficie terrestre.