Publicado: 28 feb. 2025
Anillos de polvo en el borde de la galaxia revelan pistas sobre la evolución cósmica
Un equipo de astrónomos ha identificado un fenómeno cósmico fascinante en el borde de nuestra galaxia. Imágenes captadas por el telescopio espacial James Webb han revelado una serie de anillos de polvo formados alrededor del sistema binario Wolf-Rayet 140, ubicado a 5.600 años luz en la constelación del Cisne. Este descubrimiento proporciona información clave sobre los procesos que contribuyen a la formación de estructuras cósmicas y sugiere que estos anillos contienen elementos esenciales para la evolución del universo.
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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

El estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, detalla cómo estos anillos de polvo se crean periódicamente cada ocho años, cuando las dos estrellas masivas del sistema alcanzan su punto más cercano en su órbita. Durante este proceso, las intensas interacciones gravitacionales generan explosiones de material estelar que dan origen a ondas de polvo expandiéndose en el espacio a velocidades cercanas al 1% de la velocidad de la luz.
El sistema Wolf-Rayet 140 ha sido objeto de estudio desde hace más de un siglo. Fue identificado en 1867 por los astrónomos franceses Charles Wolf y Georges Rayet, quienes detectaron emisiones inusuales provenientes de estrellas masivas. Estas estrellas, en la última fase de su evolución, han agotado su hidrógeno y comienzan a liberar sus capas externas, ricas en carbono, oxígeno y nitrógeno. La interacción con la segunda estrella del sistema da lugar a intensos vientos estelares que comprimen el material circundante y generan polvo cósmico.
Los anillos detectados por James Webb no solo son impresionantes por su simetría, sino que también representan un laboratorio natural para estudiar la producción de polvo estelar en el universo. Se estima que los vientos de este sistema binario han estado enriqueciendo el medio interestelar de la Vía Láctea durante los últimos 150 años, contribuyendo con varios cientos de masas terrestres de polvo en cada nueva órbita. Este material es clave para la formación de planetas, estrellas y moléculas complejas.
El polvo cósmico juega un papel crucial en la evolución del universo. Los elementos químicos presentes en este material, como el carbono y el oxígeno, son fundamentales para la formación de sistemas planetarios y la aparición de la vida. Según los investigadores, sistemas como WR 140 podrían ser fuentes importantes de polvo en nuestra galaxia, aunque aún es necesario determinar qué tan significativo es su aporte en comparación con otros fenómenos como las supernovas o las estrellas AGB.
Las nuevas imágenes de James Webb permiten medir con precisión la velocidad de expansión del polvo en el espacio y mejorar nuestra comprensión sobre cómo se enriquece el entorno galáctico. Estos datos no solo ayudan a descifrar la historia química de la Vía Láctea, sino que también podrían proporcionar pistas sobre la formación de exoplanetas similares a la Tierra y sus probabilidades de albergar vida.
El descubrimiento de los anillos de polvo en Wolf-Rayet 140 demuestra que los telescopios modernos continúan revelando detalles sorprendentes sobre la dinámica estelar. A medida que avanzan las observaciones, los astrónomos esperan encontrar más sistemas binarios con configuraciones similares y determinar si son una fuente significativa de material cósmico en la galaxia.
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