11 Mar 2025 - 18:21 UTC

Descubren una supertierra con temperaturas extremas que podría ser habitable

Astrónomos han identificado una supertierra que orbita una estrella similar al Sol. Sin embargo, su órbita excéntrica provoca cambios extremos de temperatura, lo que hace que pase de un calor extremo a temperaturas heladas. Este descubrimiento abre nuevas perspectivas sobre la habitabilidad de planetas distantes y plantea interrogantes sobre las condiciones que podrían permitir la vida en mundos alejados.

593

/

3 min lectura

Aldo Venuta Rodríguez
Representación artística de una supertierra potencialmente habitable orbitando una estrella similar al Sol.
Ilustración artística del sistema multiplanetario HD 20794, mostrando una supertierra en su órbita. (Créditos imagen: Gabriel Pérez Díaz, SMM (IAC))

Un nuevo exoplaneta ha sido detectado a solo 20 años luz de la Tierra, orbitando una estrella similar al Sol. Apodado "supertierra" debido a su tamaño y masa, que es aproximadamente seis veces mayor que la de nuestro planeta, este planeta se presenta como una posible candidata para la habitabilidad. Sin embargo, su órbita excéntrica provoca variaciones extremas de temperatura a lo largo del año. Durante una parte de su órbita, el planeta se acerca tanto a su estrella que las temperaturas alcanzan niveles abrasadores. En su punto más distante, la superficie del planeta podría llegar a temperaturas tan frías que congelarían cualquier agua potencial en su superficie.

El planeta se encuentra dentro de la "zona habitable" de su estrella, una región donde las condiciones podrían permitir la presencia de agua líquida en la superficie, lo que es clave para la vida. Sin embargo, su órbita elíptica lo lleva a atravesar zonas donde las temperaturas extremas podrían destruir cualquier posibilidad de vida. Los astrónomos también sugieren que, si bien el planeta podría ser rocoso como la Tierra, su mayor masa podría dificultar la formación de condiciones habitables estables.

Este descubrimiento fue posible gracias al trabajo de un equipo internacional de científicos que utilizaron instrumentos de precisión, como el HARPS en Chile, para medir pequeñas variaciones en el espectro de luz de la estrella. Estos cambios se deben a la influencia gravitacional de los planetas, que tiran de la estrella mientras orbitan. Los datos tomados por estos equipos permitieron confirmar la existencia de este planeta con un alto grado de precisión.

Los científicos creen que este sistema podría ser un objetivo clave para futuras investigaciones sobre la habitabilidad de otros mundos. En particular, el futuro Observatorio de Mundos Habitables de la NASA, que se lanzará en las próximas décadas, podría estudiar la atmósfera de este tipo de planetas. Si se confirma que este planeta tiene una atmósfera adecuada, podría convertirse en uno de los principales candidatos en la búsqueda de vida fuera de nuestro sistema solar.

El equipo que realizó este descubrimiento estuvo dirigido por Nicola Nari del Instituto de Astrofísica de Canarias. Su trabajo fue publicado en la revista Astronomy and Astrophysics, y abre nuevas puertas en la búsqueda de planetas que puedan albergar vida, desafiando nuestra comprensión actual sobre los límites de la habitabilidad en el universo.