En el corazón de la constelación de Casiopea, los ecos de luz de una supernova han iluminado el material interestelar, ofreciendo una perspectiva completamente nueva sobre los detalles tridimensionales del polvo y gas que llenan el espacio entre las estrellas. Estas observaciones, capturadas con la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) del telescopio Webb, han revelado nudos, láminas y estructuras compactas que nunca antes se habían visto.
Los científicos describen estas estructuras como similares a las vetas de la madera, con detalles que alcanzan una escala de tan solo 400 unidades astronómicas. Estos resultados han sorprendido a los investigadores, quienes destacan que la resolución del telescopio Webb ha superado todas las expectativas. Además, los datos sugieren que los campos magnéticos interestelares desempeñan un papel clave en la formación de estas complejas estructuras.
El eco de luz observado se produce cuando la luz de la supernova interactúa con el polvo interestelar, haciéndolo brillar en infrarrojo. Este fenómeno único permite a los astrónomos estudiar las propiedades del medio interestelar con una precisión sin precedentes, creando un mapa tridimensional de esta región por primera vez en la historia.
Los hallazgos no solo amplían nuestro entendimiento sobre cómo el polvo y el gas interestelar moldean el cosmos, sino que también abren nuevas puertas para estudiar ecos de luz en otras partes de nuestra galaxia. La tecnología avanzada del telescopio Webb, combinada con futuras misiones como el telescopio Nancy Grace Roman, promete descubrir más fenómenos similares.
Este descubrimiento, descrito por el equipo como una "tomografía computarizada astronómica", redefine nuestra comprensión del medio interestelar y demuestra el poder del telescopio Webb para resolver misterios cósmicos. Los investigadores continuarán monitoreando estos ecos de luz en busca de cambios químicos y estructurales en el material iluminado.