Publicado: 7 abr. 2025

Detectan cambios en el ecosistema del Océano Austral tras nuevo estudio japonés

Científicos japoneses detectan cambios en el Océano Austral tras dos décadas sin estudios, con desplazamiento de la Corriente Circumpolar y alteración de la fauna dominante.

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Autor - Aldo Venuta Rodríguez

Buque japonés Kaiyo-maru navegando en aguas del Océano Austral durante una misión científica
El buque Kaiyo-maru fue clave en el estudio ecológico de gran escala realizado por Japón en el sector oriental del Océano Austral. Créditos: Imagen ilustrativa del buque Kaiyo-maru (fuente no especificada)

Por primera vez en casi 30 años, un equipo internacional de científicos liderado por Japón ha realizado un estudio ecológico de gran escala en el sector oriental del Océano Austral. La expedición, conocida como estudio KY1804, fue llevada a cabo a bordo del buque de investigación Kaiyo-maru durante el verano austral 2018-2019, y sus resultados revelan profundas transformaciones en el ambiente marino desde la última evaluación realizada en 1996.

Entre los hallazgos más destacados, se detectó un desplazamiento de entre 50 y 120 kilómetros hacia el sur del límite sur de la Corriente Circumpolar Antártica (CCA) en la zona oriental estudiada, acompañada por un aumento en la temperatura del agua. Esta corriente oceánica es clave para la circulación global y la estabilidad de los ecosistemas marinos antárticos.

La estimación de la biomasa del krill antártico, una especie fundamental en la cadena alimenticia del océano Austral, fue considerada por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos (CCRVMA) como la mejor disponible hasta la fecha para este sector del océano Índico. Esta biomasa fue comparable a la obtenida en el estudio australiano BROKE de 1996, aunque se advierten diferencias metodológicas que limitan una comparación directa.

El estudio también reveló un cambio importante en la composición del macrozooplancton dominante: en 1996 predominaban las salpas, mientras que en 2018-2019 fueron los anfípodos quienes tomaron el lugar principal. Este cambio podría estar asociado con las alteraciones oceanográficas observadas, como el desplazamiento de la CCA o las variaciones estacionales en el estudio.

El equipo científico, compuesto por expertos de más de 20 instituciones de cinco países, utilizó una amplia gama de técnicas de muestreo: desde ecosondas cuantitativas y redes para zooplancton, hasta sensores CTD que recolectaron datos de temperatura, salinidad y profundidad hasta los 3.000 metros. También se registró abundancia de krill en la superficie del mar, un dato inusual en estudios previos del Océano Austral.

Además de las mediciones biológicas, se analizaron procesos físicos como la mezcla vertical y horizontal de aguas, el contenido de nutrientes en hielo flotante y estimaciones de consumo alimenticio de aves marinas y cetáceos. Todo ello permitió establecer una fotografía integral del ecosistema y su evolución desde la última gran campaña.

El profesor Hiroto Murase, de la Universidad de Ciencias Marinas y Tecnología de Tokio, lideró la compilación de los resultados, que se publicaron en un número especial de la revista científica “Progress in Oceanography” el pasado 10 de marzo. La publicación contiene 14 artículos que analizan en detalle los múltiples aspectos del estudio.

Estos hallazgos no solo enriquecen el conocimiento científico sobre el ecosistema antártico, sino que también ofrecen herramientas esenciales para gestionar la pesca de krill y evaluar los efectos del cambio climático en una de las regiones más vulnerables del planeta.

Consulta el estudio completo en Progress in Oceanography