Elon Musk, el empresario detrás de empresas como Tesla, SpaceX y X, ha sido un fuerte crítico del modelo laboral tradicional de 40 horas a la semana. En lugar de eso, ha defendido la idea de que los empleados de sus empresas deberían trabajar hasta 120 horas semanales para poder lograr avances rápidos e innovadores. Musk cree que el trabajo intenso y constante es necesario para alcanzar las metas de transformación y eficiencia que promueve.
El líder de DOGE, un organismo que busca la innovación tecnológica en la administración pública, ha declarado que los empleados que trabajan 40 horas a la semana están "perdiendo" frente a aquellos que dedican mucho más tiempo. Para él, el nivel de compromiso debe ser extremo para poder cambiar la forma en que las instituciones operan, tanto a nivel corporativo como gubernamental.
Desde 2018, Musk ha sostenido que “nadie cambió el mundo trabajando 40 horas a la semana”. En su opinión, las jornadas ideales para generar transformaciones importantes están entre las 80 y 100 horas semanales, con algunos momentos de trabajo que incluso pueden superar esas cifras. A pesar de esto, Musk también reconoce que cada persona tiene un ritmo diferente, aunque sigue promoviendo este modelo de trabajo intensivo como la clave para la innovación.
Este enfoque ha generado debate, ya que plantea cuestionamientos sobre el impacto que puede tener en la salud de los empleados. Si bien algunos consideran que las jornadas largas son necesarias en sectores tecnológicos para mantenerse competitivos, otros temen que esto pueda generar agotamiento, ansiedad y afectar el equilibrio entre la vida personal y el trabajo.
Elon Musk no es el único que promueve este tipo de jornadas laborales extendidas. Sergey Brin, cofundador de Google, también ha propuesto jornadas de 60 horas semanales para sus empleados que trabajan en proyectos de inteligencia artificial, argumentando que este es el "punto dulce" para maximizar la productividad. Sin embargo, también ha recibido críticas de algunos empleados que temen que la salud y el bienestar se vean comprometidos por estos tiempos de trabajo prolongados.
A medida que más empresas, especialmente en el sector tecnológico, adoptan modelos de trabajo con jornadas largas, el debate sobre la productividad frente al agotamiento sigue abierto. La experiencia de empresas lideradas por Musk y Brin será observada de cerca, ya que tanto legisladores, sindicatos como organizaciones de salud laboral continúan evaluando el impacto de estas prácticas.