Corea del Norte continúa escalando su poderío militar en un contexto de creciente tensión internacional. Este viernes, el líder Kim Jong-un presidió la ceremonia de presentación del nuevo “destructor multipropósito” Choe Hyon, una imponente nave de guerra de 5.000 toneladas que, según afirmó, fortalecerá la soberanía marítima del país asiático.
La agencia estatal KCNA informó que el Choe Hyon forma parte de una nueva generación de buques de guerra, equipados con avanzados sistemas antiaéreos, antinavales, y capacidad de lanzamiento de misiles balísticos y de crucero, consolidando la estrategia norcoreana de disuasión militar ante Estados Unidos y Corea del Sur.
La ceremonia de inauguración se realizó en los astilleros de Namp’o, un enclave de importancia simbólica para el régimen. Aunque la entrega oficial del buque a la Armada norcoreana está programada para principios de 2026, Kim Jong-un no perdió la oportunidad de enviar un mensaje contundente a sus adversarios regionales y a Washington.
Durante su discurso, Kim destacó la necesidad de construir una “flota de aguas profundas” capaz de defender la soberanía nacional ante lo que calificó como “preparativos de guerra” por parte de sus enemigos. Acusó a Estados Unidos y Corea del Sur de intensificar sus ejercicios militares conjuntos y de actualizar estrategias de disuasión nuclear dirigidas contra Pyongyang.
"Debemos responder de manera decisiva a esta crisis geopolítica y a los acontecimientos en curso", remarcó el líder norcoreano, subrayando su compromiso de reforzar rápidamente el poder de combate de su Armada.
Las ambiciones militares de Corea del Norte no terminan con la presentación del destructor Choe Hyon. Diversos informes sugieren que el país trabaja en la construcción de un submarino de propulsión nuclear, un avance estratégico que podría alterar aún más el equilibrio de poder en la región.
A principios de marzo, medios estatales publicaron imágenes de una presunta obra de construcción de un submarino estratégico de misiles guiados. Expertos consideran que podría tratarse de un navío de entre 6.000 y 7.000 toneladas, capaz de transportar hasta diez misiles guiados estratégicos, representando un riesgo significativo para Seúl y Washington.
Pese al hermetismo norcoreano, especialistas internacionales han expresado escepticismo sobre la capacidad de Pyongyang para desarrollar tecnología de propulsión nuclear de manera autónoma. Algunos analistas sugieren que Corea del Norte podría estar recibiendo asistencia tecnológica externa, y se especula sobre una posible colaboración con Rusia, en el marco de recientes acercamientos estratégicos.
"Solo cuando exista una fuerza naval poderosa que nadie pueda socavar, será posible defender la seguridad del país y del pueblo", enfatizó Kim Jong-un, reiterando que la República Popular Democrática de Corea no será un mero espectador ante las actividades militares de sus rivales.
La presentación del destructor Choe Hyon y los planes para desplegar submarinos nucleares reflejan el rumbo decidido de Corea del Norte hacia el fortalecimiento de su capacidad militar estratégica. En un escenario regional marcado por las tensiones geopolíticas y los preparativos bélicos, Pyongyang envía un claro mensaje: está dispuesto a responder con fuerza a cualquier provocación, consolidando su rol como actor impredecible en el tablero asiático.