La NASA detecta desde el espacio el plancton que alimenta a las últimas ballenas francas
Datos satelitales permiten rastrear al Calanus, diminuto plancton vital para ballenas francas. Una técnica de la NASA podría evitar su extinción
3 min lectura
En el corazón del Golfo de Maine, una de las criaturas más amenazadas del planeta —la ballena franca del Atlántico Norte— se alimenta de un enemigo invisible a la vista humana: el diminuto zooplancton Calanus finmarchicus. Este organismo, no más grande que un grano de arroz, es el principal sustento de estas ballenas, de las cuales apenas sobreviven unos 370 ejemplares.
Tradicionalmente, localizar bancos de Calanus implicaba largas misiones con redes de arrastre y laboriosos conteos manuales. Ahora, investigadores apoyados por la NASA han demostrado que es posible detectarlos desde el espacio mediante los satélites Aqua y su instrumento MODIS, capaces de captar los sutiles cambios de color causados por el pigmento rojizo del plancton.
El pigmento astaxantina, responsable del tono rosado del salmón y presente en el Calanus, altera la forma en que la luz solar se refleja en el agua. Detectando estos cambios, los científicos logran mapear concentraciones del zooplancton con precisión sin precedentes, revelando nuevas zonas de alimentación para las ballenas y posibles rutas migratorias hasta ahora desconocidas.
“No sabíamos que podíamos buscar al Calanus de esta forma”, explicó Catherine Mitchell, del Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas. Esta nueva técnica puede ayudar a prevenir colisiones mortales con barcos y enredos en redes de pesca, las dos mayores amenazas para esta especie en peligro crítico.
El uso de esta tecnología ya ha sido probado en aguas noruegas y ahora se ha refinado para su aplicación en Nueva Inglaterra. Allí, las ballenas han cambiado sus rutas desde 2010, sorprendiendo a pescadores y científicos. Con datos satelitales, se espera anticipar estos movimientos y proteger tanto a los animales como a las actividades económicas costeras.
Sin embargo, MODIS está cerca del final de su vida útil. La esperanza recae en el nuevo satélite PACE, lanzado en 2024, que puede detectar más de 280 longitudes de onda frente a las 10 actuales, permitiendo una identificación más detallada de diferentes tipos de plancton, incluso en condiciones oceánicas complejas.
"El objetivo no es ver cada copépodo, sino tener otra herramienta para anticipar y tomar decisiones", señala Bridget Seegers, del equipo PACE en el Centro Goddard de la NASA. Con esta información, comunidades pesqueras y autoridades podrán reaccionar con mayor tiempo ante la llegada de ballenas, evitando tragedias y conservando un ecosistema en equilibrio.
Preguntas frecuentes
El zooplancton Calanus finmarchicus, rico en lípidos, es su principal fuente de alimento.
A través del satélite Aqua de la NASA, que capta cambios de color por su pigmento astaxantina.
Permite anticipar sus rutas de alimentación y evitar colisiones o enredos con embarcaciones.
Detecta muchas más longitudes de onda, mejorando la precisión en la identificación de plancton.
Continúa informándote
Los osos polares alimentan al Ártico: dejan millones de kilos de carroña que sostienen a docenas de especies
Un estudio revela que los osos polares dejan millones de kilos de presas cada año, proporcionando alimento vital a zorros, aves y otros carroñeros del Ártico
Cada vez más jóvenes son diagnosticados con apnea obstructiva del sueño, un trastorno antes asociado a adultos mayores
La apnea del sueño deja de ser un problema exclusivo de adultos mayores. Cada vez más jóvenes reciben un diagnóstico que antes se consideraba improbable
El aumento del CO₂ en la atmósfera podría causar más interferencias en las comunicaciones en el espacio
Un estudio japonés revela que el exceso de CO₂ en la atmósfera intensifica las capas ionosféricas que afectan las comunicaciones por radio y satélite
Reino Unido destina 1.450 millones de dólares a nuevas subastas de energía eólica marina
El Reino Unido lanza una nueva ronda de subastas de energía eólica marina por 1.450 millones de dólares, aunque analistas advierten que la financiación podría no ser suficiente
Ni las advertencias sobre la IA cambian la percepción pública sobre el riesgo de perder el trabajo
Un estudio revela que, incluso cuando se advierte a la gente sobre la automatización inminente, la preocupación por perder el trabajo apenas cambia