Durante las misiones Apolo, los astronautas instalaron retrorreflectores, espejos diseñados para devolver la luz hacia su fuente original. Estos instrumentos han sido fundamentales para medir con precisión la distancia entre la Tierra y la Luna, así como para estudiar la forma y las dinámicas gravitacionales del satélite. Ahora, medio siglo después, el NGLR-1 promete llevar esta tecnología al siguiente nivel.
¿Qué hace unico al NGLR-1?
El NGLR-1, desarrollado por la Universidad de Maryland, utiliza pulsos láser extremadamente cortos enviados desde observatorios terrestres para lograr mediciones con una precisión submilimétrica. Este avance permitirá:
- Explorar la estructura interna de la Luna.
- Estudiar la actividad sísmica lunar causada por los movimientos del núcleo líquido.
- Realizar pruebas de alta precisión de la teoría de la relatividad general de Einstein.
- Investigar cambios geológicos y gravitacionales en el sistema Tierra-Luna.
El NGLR-1 será transportado por el módulo de aterrizaje lunar Blue Ghost 1, desarrollado por Firefly Aerospace, marcando una colaboración clave entre la NASA y la industria privada.
Planes futuros
La NASA planea instalar tres retrorreflectores avanzados en diferentes puntos de la Luna:
- NGLR-1: Parte de la misión actual de CLPS.
- Artemis Lunar Laser Retroreflector (ALLR): Previsto para la misión Artemis III en el polo sur lunar.
- Un tercer dispositivo para una futura misión no polar.
Cuando estén operativos, estos tres instrumentos ofrecerán una red sin precedentes para el estudio de la Luna y su interacción con la Tierra.
El Impacto en la exploración lunar
La inclusión del NGLR-1 y otros retrorreflectores en el marco del programa CLPS no solo impulsa la investigación científica, sino que también fomenta la colaboración comercial para garantizar la sostenibilidad de las futuras misiones lunares. Estos avances reafirman el compromiso de la NASA con la exploración espacial y el desarrollo de tecnologías innovadoras.