El próximo vuelo de Starliner podría retrasarse hasta 2026 mientras persisten los problemas técnicos

La NASA ha informado que el próximo vuelo de la cápsula Starliner podría aplazarse hasta inicios de 2026 debido a trabajos pendientes de certificación y resolución de fallos en su sistema de propulsión.

Autor - Aldo Venuta Rodríguez

3 min lectura

Cápsula Starliner vista desde una ventana de la EEI con la Tierra de fondo
La cápsula Starliner de Boeing acoplada a la Estación Espacial Internacional durante su primer vuelo tripulado. (Créditos: NASA)

El regreso de la cápsula Starliner a los lanzamientos sigue en suspenso. La NASA y Boeing han confirmado que el próximo vuelo de esta nave, destinada a transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI), podría realizarse entre finales de 2025 y principios de 2026. El retraso se debe a las pruebas técnicas aún necesarias tras los contratiempos sufridos durante su primera misión tripulada.

El debut con tripulación de Starliner ocurrió en junio de 2024. En aquella ocasión, transportó a los astronautas Butch Wilmore y Sunita Williams a la EEI para una misión inicialmente planeada de ocho días. Sin embargo, diversos fallos detectados durante el vuelo —entre ellos, fugas de helio y la inoperatividad de cinco de los 28 propulsores del sistema de control de reacción— obligaron a extender su estancia en órbita.

Aunque el equipo de ingeniería logró reactivar cuatro propulsores durante la misión y completar el regreso seguro de la cápsula a la Tierra, la NASA optó por profundizar en el análisis del sistema de propulsión antes de aprobar un nuevo lanzamiento. Los técnicos ahora se enfocan en pruebas térmicas en las instalaciones de White Sands, en Nuevo México, y en el rediseño de los sellos del sistema de helio para prevenir futuras fugas.

“Aún nos encontramos en pleno proceso de evaluación”, explicó Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA. “Una vez concluyamos las pruebas, tendremos una mejor perspectiva para decidir la próxima fecha de vuelo. Nuestra prioridad es garantizar un sistema seguro y certificado para misiones de larga duración”.

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Boeing ha invertido más de 2.000 millones de dólares en el desarrollo de Starliner, concebida como una alternativa a la cápsula Crew Dragon de SpaceX. Sin embargo, los repetidos retrasos y problemas técnicos han pospuesto su entrada en operación regular. La certificación final por parte de la NASA es un requisito indispensable para que Starliner participe en las rotaciones de tripulación hacia la EEI.

En paralelo a estas tareas, la NASA confirmó la composición de la futura misión Crew-11, a lanzarse el 25 de julio a bordo de una nave Dragon de SpaceX. La tripulación estará formada por los astronautas Zena Cardman y Mike Fincke (NASA), Kimiya Yui (JAXA) y Oleg Platonov (Roscosmos). Durante su estadía en la estación, realizarán investigaciones científicas y experimentos tecnológicos en preparación para futuras misiones lunares.

Mientras tanto, se mantiene la incertidumbre sobre si el próximo vuelo de Starliner será tripulado o se limitará al transporte de carga. La decisión dependerá del progreso en las campañas de validación en tierra y de los resultados de las pruebas de los propulsores. La opción de lanzar una misión no tripulada continúa sobre la mesa.

Starliner forma parte del Programa de Tripulación Comercial, mediante el cual la NASA ha contratado a empresas privadas para proporcionar transporte orbital. El éxito de esta iniciativa ha sido evidente con SpaceX, que ya ha completado diez misiones tripuladas, pero Boeing aún busca consolidar su papel en el nuevo ecosistema espacial estadounidense.

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A la espera de un calendario definitivo, la NASA insiste en que no tomará decisiones apresuradas. La prioridad sigue siendo la seguridad de las tripulaciones y la fiabilidad de las naves que participan en sus misiones. “No se trata solo de volar, sino de hacerlo bien”, concluyó Stich.

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