Rocket Lab se prepara para lanzar la primera misión privada a Venus en 2026
La primera misión privada a Venus, liderada por Rocket Lab en colaboración con el MIT, ha reprogramado su lanzamiento para 2026. La nave contará con un innovador escudo térmico tejido capaz de resistir las condiciones extremas del planeta.
Autor - Aldo Venuta Rodríguez
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Los ingenieros del Centro de Investigación Ames de la NASA han avanzado en la instalación del sistema de protección térmica en la nave que se dirigirá a Venus. Este proyecto, impulsado por Rocket Lab y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), busca explorar la atmósfera venusina en busca de señales de vida y mejorar nuestra comprensión del planeta.
El escudo térmico, denominado HEEET (Heatshield for Extreme Entry Environment Technology), ha sido desarrollado por la NASA para soportar temperaturas de hasta 4.500 grados Fahrenheit (2.482 °C). Su diseño innovador, basado en un material texturizado y tejido, protegerá a la sonda durante su ingreso a la densa atmósfera de Venus.
La sonda privada será transportada por el módulo espacial Photon de Rocket Lab y descenderá a través de las capas nubosas de Venus, tomando mediciones científicas en el proceso. Durante aproximadamente 330 segundos, la nave estudiará la atmósfera entre 72 y 97 millas de altitud, donde se han detectado anomalías químicas que algunos científicos han sugerido podrían estar relacionadas con procesos biológicos.
El equipo de Rocket Lab y el MIT tenía inicialmente planeado lanzar la misión en enero de 2025, pero debido a retrasos en el desarrollo del cohete Neutron, la nueva fecha se ha fijado para el verano de 2026. La sonda estaba destinada a volar en el lanzador Electron, pero el cambio a Neutron permitirá mayor flexibilidad y capacidad en la misión.
Sara Seager, profesora de ciencias planetarias en el MIT y líder del equipo Morningstar Missions to Venus, confirmó que el instrumento de la sonda ya ha sido construido y pasó las primeras pruebas de integración. “Todo avanza”, afirmó Seager, destacando el progreso del proyecto pese a los desafíos técnicos.
Esta misión representa un paso significativo en la exploración de Venus, ya que es la primera impulsada por una empresa privada y no por una agencia gubernamental. Con esta iniciativa, Rocket Lab y el MIT esperan abrir nuevas oportunidades para el estudio del planeta vecino y la búsqueda de moléculas orgánicas en su atmósfera.
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