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La sonda soviética Kosmos 482 caerá a la Tierra tras 53 años en órbita, pero nadie sabe dónde ni cuándo

Kosmos 482, lanzada por la URSS en 1972 con destino a Venus, reingresará a la atmósfera terrestre entre el 9 y 10 de mayo, sin un punto exacto de impacto definido

Autor - Aldo Venuta Rodríguez

3 min lectura

Modelo de la sonda soviética Kosmos 482 con paneles internos expuestos y siglas CCCP visibles
Modelo físico de la sonda soviética Kosmos 482, diseñada originalmente para una misión a Venus. Se observan componentes internos y la inscripción CCCP, emblema de la era espacial soviética. Créditos: Wikimedia Commons

Más de medio siglo después de su fallido intento de llegar a Venus, la sonda soviética Kosmos 482 está a punto de volver a la Tierra. Según estimaciones del Centro de Estudios Orbitales y de Reentrada (CORDS) y expertos independientes, el objeto podría reingresar a la atmósfera entre el 9 y el 10 de mayo, aunque aún no se puede precisar ni la hora exacta ni la ubicación del impacto.

Lanzada en 1972 en el marco del programa Venera, Kosmos 482 estaba destinada a posarse en la abrasadora superficie venusina. Sin embargo, una anomalía en su cohete de lanzamiento impidió que saliera de la órbita terrestre. Tres de sus fragmentos cayeron en Nueva Zelanda poco después, pero una parte clave —la cápsula de descenso— quedó atrapada en una órbita elíptica que ahora decae lentamente.

El módulo que aún permanece activo tiene más de un metro de ancho, pesa cerca de 495 kilogramos y está construido con una carcasa de titanio preparada para soportar la densa atmósfera de Venus. Esa misma resistencia lo hace especialmente difícil de desintegrar durante su reentrada terrestre, lo que aumenta la posibilidad de que llegue intacto al suelo, a velocidades superiores a los 200 km/h.

Actualmente, su órbita varía entre los 210 km de perigeo y los 9.800 km de apogeo. Con el paso del tiempo, la fricción de la atmósfera superior ha ido reduciendo esta órbita, acelerando su caída. El momento estimado de reingreso, según CORDS, es a la 1:54 a. m. ET (05:54 GMT) del 10 de mayo, con un margen de error de más o menos nueve horas.

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Dado que su inclinación orbital es de 52 grados, Kosmos 482 podría impactar en cualquier punto entre los 52° de latitud norte y sur, abarcando desde Sudamérica hasta el sur de Canadá, Australia o partes de Europa y Asia. Sin embargo, los expertos recalcan que el 71% del planeta está cubierto de agua, y gran parte del resto es territorio despoblado.

“El riesgo es extremadamente bajo. Hay más probabilidades de que una persona sea alcanzada por un rayo que por esta sonda”, afirmó The Aerospace Corporation. Si el objeto sobrevive completo, el riesgo estimado de causar daño es de 0,4 en 10.000, dentro de los márgenes internacionales de seguridad.

El rastreador holandés Marco Langbroek, que ha seguido el caso desde hace años, destacó que el impacto será probablemente menos riesgoso que el de otras reentradas más fragmentadas, como las de las etapas superiores del Falcon 9, que dispersan múltiples piezas metálicas.

En 2019, algunos astrónomos creían que el reingreso era inminente, pero las predicciones no se concretaron. El astrofotógrafo neerlandés Ralf Vandebergh logró capturar imágenes recientes de la cápsula, aunque ciertos indicios —como una supuesta "cola" visible— han sido desestimados como artefactos ópticos por otros expertos.

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Kosmos 482 es una reliquia de la carrera espacial entre EE. UU. y la URSS. Su tecnología comparte similitudes con la sonda Venera 7, que fue la primera en aterrizar en otro planeta, y con Venera 13, la primera en enviar imágenes a color de Venus. Su caída marca no solo un episodio de basura espacial, sino también el regreso literal de un fragmento de la historia soviética desde el borde del sistema solar.

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