El vuelo y la pérdida de contacto
El despegue de Starship ocurrió a las 6:30 PM hora local desde la plataforma de Boca Chica, Texas. El cohete, con una altura imponente de 123 metros, despegó sin problemas y la separación de las etapas se ejecutó correctamente.
Sin embargo, a los pocos segundos del lanzamiento, SpaceX perdió contacto con la nave, lo que provocó una reacción inmediata dentro de la empresa. Según Dan Huot, portavoz de SpaceX, "algunos motores de la nave comenzaron a apagarse, lo que provocó que el vehículo perdiera altitud y, eventualmente, se perdió el contacto". Esta situación generó incertidumbre sobre la viabilidad de la misión.
Causas del incidente
El incidente parece estar relacionado con un fallo técnico en los motores de la nave, que se apagaron a tan solo 20 segundos de completar el ascenso. La falta de funcionamiento de los motores provocó que la nave comenzara a perder control y, como consecuencia, comenzó a girar fuera de control, lo que resultó en la desconexión con el vehículo.
Este fallo se asemeja a un incidente previo, en el que un vuelo de prueba también resultó en la pérdida de la nave. SpaceX ya ha iniciado una investigación exhaustiva sobre el incidente, mientras siguen optimizando las tecnologías involucradas en el sistema de propulsión para evitar futuros problemas.
El éxito parcial del vuelo

Aunque la nave Starship no logró completar su misión de liberar satélites simulados en la órbita baja, el vuelo tuvo un éxito parcial. El cohete propulsor Super Heavy, que se separó exitosamente del Starship, fue capturado nuevamente con éxito en la plataforma de lanzamiento, marcando un avance significativo en la reutilización de los componentes.
Este logro refuerza la capacidad de SpaceX para optimizar sus lanzamientos y reutilizar las etapas del cohete, lo que representa un paso importante hacia el objetivo de la compañía de hacer los vuelos espaciales más económicos y sostenibles.
Consecuencias y próximos pasos
A pesar de la pérdida de contacto con la nave, SpaceX sigue mostrando optimismo respecto al futuro de la Starship. La compañía ha reafirmado su compromiso de continuar con las pruebas y ha programado nuevos lanzamientos. Los equipos de ingenieros están trabajando en mejorar los sistemas de propulsión y en asegurarse de que las próximas pruebas sean más exitosas.
La experiencia obtenida durante este vuelo ayudará a la empresa a abordar los desafíos técnicos restantes, lo que la acerca más a su meta de realizar misiones a la Luna, Marte y más allá.